1. El repartidor (Parte 1)


    Fecha: 18/04/2023, Categorías: Hetero Autor: Sevitxu, Fuente: CuentoRelatos

    ... comentó:
    
    - Eres una polla muy bonita, Se te ve grande y sana. Has debido de hacer mucho ejercicio, me gusta tu tamaño y me encantan las venas que tienes.
    
    Acto seguido beso el capullo, lo lamió y empezó a masturbarme a dos manos.
    
    No podía creer lo que me estaba pasando, Tenía una tía estupenda, grande, espectacular, con un culo que me volvía loco y que, además, lejos de rechazar mi propuesta me estaba diciendo que quería que la follara por el culo. Nunca, jamás me volverá a pasar esto.
    
    - Lo segundo es que quiero ponerte un poco de lubricante. Noto mi culo todavía un poco reacio a ser follado y quiero que entre bien.
    
    Saco un frasquito de un cajón y se puso un poco de gel transparente y con un agradable olor a fresas en su mano. A continuación, empezó a extenderlo por toda mi polla.
    
    Era muy agradable esa sensación, una mano delicada, blanca como el resto de su cuerpo, masajeando mi polla arriba y abajo, una y otra vez. Me parecía imposible aguantar mucho más tiempo. Paró un momento, me la levanto y empezó a acariciarme los ...
    ... huevos.
    
    Nunca había visto mi polla igual, brillante, con un capullo que de rojo parecía que se estaba poniendo morado. Las venas ingurgitadas.
    
    Mientras se daba la vuelta para adoptar la posición inicial pude ver como el resto de gel que quedaba en sus manos, se lo estaba pasando por el ojete.
    
    Me cogió la polla, se dio la vuelta y la dirigió hacia su culo, buscando la posición ideal que iba tanteando moviendo sus caderas y apretando el glande contra su orificio.
    
    De repente su ano cedió y entro toda la cabeza. Julia se quedó inmóvil, mordiéndose un labio, fueron unos segundos, después volvió a empujar. Pude notar como mi polla se iba introduciendo lenta, pero sin pausa en su recto. Volvió a parar se incorporó ligeramente, se quitó la camiseta y el sujetador y apretándose las tetas se miró al espejo.
    
    Sus caderas volvieron a moverse adelante y atrás, masajeando sus tetas, mirándome a través del espejo. A veces parecía que la iba a sacar toda, pero cuando la cabeza empezaba a salir, se la volvía a meter. No la estaba follando, me estaba follando ella. 
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