1. Sergio, mi compañero de piso


    Fecha: 23/06/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Llevaba días haciendo entrevistas para elegir un compañero de piso y el resultado hasta el momento era desolador: un par de frickis amantes del manga y los videojuegos y otros tantos desaliñados que no ofrecían mucha esperanza en lo que a la colaboración en la limpieza del hogar se refería . Y justo cuando ya había decidido hacer horas extras para poder pagar el alquiler de los próximos meses yo sola, oí que tocaban a la puerta.
    
    Me llevé una muy grata sorpresa al abrir puesto que se trataba de un chico guapísimo y con un cuerpazo de infarto. Alto, moreno, delgado y con mucho estilo a la hora de elegir su indumentaria. Llevaba un piercing en la nariz y unas gruesas y largas patillas de rockero .Enseguida me puse bruta pensando en cómo sería tenerlo en casa, paseándose a sus anchas ,con un poco de suerte ,en ropa interior.
    
    Le pedí que se sentara para hablar más cómodos y me contó que era fotógrafo y le habían mandado unos meses a la ciudad para hacer un trabajo de investigación. Me advirtió que no estaría mucho tiempo aquí y entonces yo pensé que ojalá el suficiente para conocernos un poquito más.
    
    Su nombre era Sergio, tenía 26 años y era tremendamente sexy. Su boca al hablar, sus movimientos, su forma expresiva de decir las cosas…todo ello me cautivó y por supuesto le dije que podía instalarse cuando quisiera .Y lo hizo esa misma tarde.
    
    Durante los primeros días apenas le vi, tan liado que estaba con el tema de su investigación. Pasaba muchas horas fuera ,en las ...
    ... que yo fantaseaba acerca de todo lo que me gustaría hacer con él.
    
    Una mañana estaba desayunando en la cocina, cuando apareció él medio dormido. Llevaba una camiseta vieja y unos pantalones de pijama, estaba despeinado y guapísimo. Se sentó a desayunar conmigo y mientras me hablaba yo sólo pensaba en arrancarle aquella ropa y follármelo salvajemente sobre la mesa de la cocina .Me puse tan cachonda que hasta temí por si él se daba cuenta. Me ardía el coño y notaba los pezones duros y a punto de estallar .Apretaba las piernas por debajo de la mesa para calentarme más. Él seguía hablando y sin darnos cuenta terminamos de comer. Nos levantamos los dos a recoger los platos y en un momento dado me puse delante de él y noté como su polla me rozaba el culo. Intuí que él también se había dado cuenta porque se apartó rápido y se puso rojo. Le miré el paquete de reojo y vi que se le había puesto dura.
    
    En ese mismo momento decidí que me lo tenía que follar fuera como fuera. Así que elaboré un plan y me puse manos a la obra. Desde el primer momento supe que no sería fácil puesto que en más de una ocasión me había demostrado lo tímido que era. Si tenía que esperar a que se lanzara él lo más probable sería que se me acabara la paciencia y si me abalanzaba sobre él en plan loba tal vez lo asustaba así que decidí actuar en el momento justo. Una noche le dije que un día de estos podíamos ir a tomar algo para hablar de nuestras cosas porque con el trabajo nunca coincidíamos en casa y él ...
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