1. Sergio, mi compañero de piso


    Fecha: 23/06/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... culo, mi aliento en su cuello. Él no se apartaba, de vez en cuando entrecerraba los ojos y yo le mordía el lóbulo de la oreja. Sus manos se fueron acercando a mi cuerpo, que estaba ardiendo del más puro y lujurioso deseo. Quería follármelo allí mismo. Subí mis labios por todo su cuello y los acerqué a sus labios poco a poco y él también se acercaba, pero justo cuando iba a meter mi lengua caliente en su boquita se apartó.
    
    -Lo siento no puedo, no puedo , vámonos… me voy.
    
    Y así me dejó plantada en medio del bar sin saber qué hacer. Sentía rabia y desconcierto pero también deseo. El deseo intenso que provoca el rechazo. ¿Pero qué se había creído?
    
    Fui hacia la puerta y al salir lo vi subiendo al coche. Corrí y le grité que me esperara.
    
    Me subí con él y mientras arrancaba me quedé mirándole. Estaba como enfadado y yo no sabía por qué.
    
    Le pregunté qué le pasaba y me dijo que nada, que prefería irse a dormir porque la cosa se estaba poniendo fea. Le pregunté por qué pensaba eso y me dijo que le estaban entrando ganas de hacer cosas que no tenía que hacer. Yo ya no podía más. Cuanto más me rechazaba más lo deseaba yo. No pude evitarlo y le agarré el paquete con la mano. Él pegó un respingo y nos desviamos un poco en la carretera. Tuvo que poner las dos manos al volante y me pidió que le soltara. LE dije que no. Que me explicara por qué no podíamos follar. Me dijo que le gustaba mucho vivir conmigo y que al parecer el trabajo se había alargado y se iba a quedar más ...
    ... tiempo del previsto .Me alegré mucho pero no entendí por qué era un problema. Me dijo que teníamos muy buen rollo en la convivencia y que no quería que lo estropeáramos metiendo sexo de por medio. Yo le dije que podíamos seguir siendo amigos aunque disfrutáramos de nuestros cuerpos pero no logré convencerle así que aparté mi mano de su rabo duro y enorme (pese a sus negativas lo tenía duro como una piedra).Durante el tiempo que tardamos en llegar a casa me iba desquiciando cada vez más buscando una explicación a todo lo que me estaba diciendo. Yo sabía que se moría de ganas y su excusa me parecía estúpida y desconcertante así que pensé que habría otra explicación. Y entonces caí en algo de lo que nunca habíamos hablado porque parecía evidente. Pero tal vez no lo era tanto.
    
    -¿Tienes novia?- le pregunté a bocajarro.
    
    No me miró. Aparcó el coche en silencio y tras una pausa me dijo: "si, lo siento, no sé por qué no te lo dije."
    
    Me nubló la ira, estaba claro por qué lo había mantenido en secreto. Él también me deseaba. Entonces por qué me negaba ahora que me tenía apunto?
    
    Subimos al piso callados y enfurruñados y cada uno se metió en su habitación. Me desnudé y me metí en la cama. Sentía mucha rabia y frustración pero estaba muy caliente. Empecé a tocarme con fuerza, me hacía daño pero me gustaba, imaginaba que estaba encima de mí y me ponía la polla en la boca inmovilizándome para que se la comiera como una bruta. Quería que me la metiera por el culo y me empujara con ...
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