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Paseos - Masaje
Fecha: 24/06/2018, Categorías: Fetichismo Masturbación Autor: Nuruon, Fuente: xHamster
... hizo que su cara quedase sepultada en ella. Su boca buscaba un pezón que morder mientras los dedos pellizcaban con delicadeza el otro ya duro y sensible. Pero las manos de ella le empujaban aún más abajo. Con los pies le cogió la cabeza y le lanzó hacia el cálido flujo que manaba entre sus piernas. — ¿A qué coño estás esperando? Porque este ya está listo… Puso sus pies en los hombros de él mientras él se acercaba con la boca a esos labios rojos, llenos de un placer contenido que palpitaba hasta el cerebro. Sacó su lengua para cubrir todo lo que pudo mientras un lametón ascendía por la entrada de la vagina, metiéndose entre los labios… pero sin rozar el clítoris aún. Con una ligera succión se metió sus labios menores en la boca hasta que se soltaron por si solos, para luego juguetear con ellos con la punta del carnoso músculo que trabajaba la zona. Se movía frenético en un paroxismo de aromas que despertaban su lado salvaje. Endureció la lengua para penetrarle y sentir su interior rugoso llenándole la boca de un elixir divino digno de los Dioses. Por fin, la lengua fue en busca del clítoris. Pequeño y tímido entre las carnes estaba duro, lleno de un ...
... placer que quería explotar a los cuatro vientos dejando un río orgásmico a su paso. Lentamente jugueteó con la punta de la lengua como tratando de convencerle a bailar un tango con su boca. Los labios comenzaron a encerrarse alrededor creando una pista de baile a la luz de los brillos de los flujos que su boca y el interior de ella creaban para los dos. Mientras trataba de chupar su alma a través de su coño las caderas comenzaron a marcar el tempo de un baile tan antiguo como el tiempo. La lengua giraba en círculos, azotaba, golpeaba, lamía, empujaba… Sus gemidos eran cada vez más sonoros… Sus ojos se pusieron en blanco… Sus manos sujetaban su cabeza mientras su cuerpo le golpeaba la cara… Los espasmos de su cuerpo acompañados de un rugido gutural le hicieron saber que su cuerpo estaba gozando de un agonía dulce, una pequeña muerte que le llenaba la boca de pulsaciones orgásmicas… Se incorporó de repente sobre el banco que ya casi estaba al rojo vivo y se dio cuenta de que la mujer le saludaba con una sonrisa deseándole las buenas tardes. Avergonzado le devolvió el saludo mientras trataba de disimular una erección palpitante bajo sus pantalones ya manchados.