Laura, una profesora doblegada por sus alumnos (2)
Fecha: 01/05/2023,
Categorías:
No Consentido
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... voluntad del mundo en dar un corto, pero emotivo discurso a la comisión de treinta alumnos que estaban a punto de terminar la secundaria. Los alumnos fueron saliendo, lentamente, no sin antes saludarla con afecto. Unos cuantos varones se mostraron inusitadamente cariñosos, y alguno hasta se atrevió a decirle que era la profesora más linda que habían tenido. Todas estas palabras fueron dichas con mucho respeto y no incomodaron a la profesora, quien, no pudo evitar pensar, que cualquiera de ellos pudo haber ocupado el lugar de Carlos en la tarde del sábado. Se preguntó cómo hubiesen actuado, y se entristeció al pensar, que más de uno habría aprovechado la oportunidad de poseerla.
Cada vez que notaba que Carlos y Mauro no salían del aula, se sentía mas nerviosa. Enseguida quedaron solo quince alumnos adentro, y luego diez, y después cinco, y esos dos pervertidos aun estaban ahí, acechando a su presa.
Como era de esperar se quedaron hasta el final, cuando sólo estaban ellos y la profesora.
— Chau chicos. — Los saludó con acritud, mientras le daba la espalda y se encaminaba hacia la puerta.
— Chau profe, nos estamos viendo. — Dijo Mauro.
Ella se detuvo. Meditó si era oportuno contestarle. Finalmente se dio vuelta, y volvió sobre sus pasos.
— Miren pendejos degenerados. Lo del sábado nunca pasó. Y nunca va a pasar. Olvídense.
Estaban los tres parados, al lado del escritorio. Carlos estaba callado, y tenía la cabeza gacha, sin embargo, no la engañaba, él era ...
... peor que su compañero, porque era un mosquita muerta.
— Bueno profe, no se enoje, si todos la pasamos bien ¿No Carlitos? — Dijo mauro.
El rubio levantó la cabeza y pareció a punto de decir algo, pero ella lo interrumpió.
— Yo no la pasé bien, y si se consideran verdaderos hombres, déjenme en paz. — la profesora miró a través de la ventana. Todavía había varios alumnos dando vuelta. Intentó controlar su lenguaje corporal, no quería que se den cuenta de que adentro sucedía esa conversación bizarra. Habló con calma, pero sus palabras fueron contundentes. — No quiero volver a verlos nunca más, y si me siguen molestando, esto va a terminar mal.
Se dio vuelta, y los dejó atrás, esperando no volver a caer en sus redes.
….
Pero a pesar de su determinación, sabía que su situación seguía siendo la misma. La decisión de terminar con el acoso estaba en manos de los chicos. Esperaría unos días, y si se atrevían a abordarla otra vez, pediría ayuda. La idea no le gustaba del todo, ya que, si bien tenía en su mente una lista de cuatro o cinco conocidos dispuestos a sacarle de encima a dos pendejos abusadores, todos ellos, querrían algo de ella. Algunos lo disimularían mejor que otros, pero todos aprovecharían el hecho de ser el héroe del momento, para llevársela a la cama. Por otra parte, dar aviso a la policía no era una opción. Indudablemente, ante una denuncia, Mauro daría a conocer las fotos, y la denunciada pasaría a ser ella. no le quedaba claro si había cometido un ...