La vecina casada
Fecha: 08/05/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Len the pro, Fuente: CuentoRelatos
... en ese tipo de temas. Me sorprendió y yo ya sentía una atracción por ella. Debo de confesar que más allá de lo sexual.
Pasaban las horas y los minutos cuando recibí el mensaje de "ya vamos para allá".
Era grande la comitiva de niños, pero pocos padres. Y si efectivamente fue una sorpresa para mí verla en ese minivestido rojo: ceñido, entallado, podía delatar perfectamente sus curvas... Todas.
Paty era una mujer de 1.60 cuando mucho, muy bella, senos grandes, nalgas grandes y una cintura media, lo cual la hacía ver espectacular en ese traje de flor, seré sincero y ya creí que habría algo así debajo de toda esa ropa de señora casada.
Sin duda una mujer así pasaría como una de las mejores en cualquier lugar público. Estoy seguro que muchos vecinos lo agradecieron y otras lo reprocharon. Pero mi cordura siempre fue mayor hasta ese momento, solo entregué los regalos, sonreí y cerré con prisa.
Paty no tardó ni dos minutos en reprochar lo poco cortés y caballeroso, pero no pude más que demostrar más nerviosismo. Su mirada y mi mirada era obvio que nos conectaba.
El valor o calentura?:
Tomé valor y esa misma noche le confesé lo mucho que me atraía: lo mucho que disfrutaba verla en la calle y ver su sonrisa. Que estaba seguro que detrás de esas ropas de casada escondía una hermosa piel.
Ella por su lado: no estoy seguro si jugando su juego me llamo loco. Y que no inventara cosas que seguramente solo quería acostarme con ella. Y que con mucha confianza me ...
... contó cosas que jamás nadie sabría. Ni a una amiga contaría, y que por favor ya no la buscará más.
Sigo pensando que está un poquito loca.
Pero después de unos minutos me llamó y me dijo que estaba fuera de su casa pensando en todo lo que le decía y me cuestionó ¿si era verdad?
Solo pude decirle “ven para decirlo a la cara”, ella solo colgó el teléfono sin antes decirme dejara la puerta abierta...
Fue ahí donde llega ese shock de energía, cuando el corazón comienza a latir, la respiración se agita...
Cuando bajé las escaleras, la puerta se abrió y ahí estaba ella, con angustia, con cierto miedo, pero con unos ojos de mucha ansia, de sorpresa, de inocencia. Más yo solo la pude tomar de las manos, pegarla a mi pecho.
Comencé a besar, un beso de lo más rico, amoroso, apasionado, nada morboso, fue un beso increíble. Nuestros corazones, la mirada, la respiración entonces se sincronizaron. Éramos uno mismo, su cuello era mío y mis manos eran suyas...
Cayó la bata que traía para dejarme sentir un vestido para dormir de seda hermoso. Sus pechos eran cual montañas vírgenes, su olor y su piel (me recordaron mis primeras experiencias sexuales) eran tan suaves, tan ricas.
Así parados llevó mis manos a su vagina, estaba húmeda y caliente, su clítoris estaba perfectamente asomado cuál botón en primavera, quería ser estrujado, mi mano nunca dejo de tocarlo, mis dedos nunca dejaron de manosearla y mi boca de besar sus senos, fueron minutos de máximo placer...
Yo no ...