Purificación. El despecho de una joven adultera
Fecha: 09/05/2023,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... afortunado, seguramente estaban llenas de abundante leche, en ese momento no escurría una sola gota de ese líquido, pero el madurito se sentía el más afortunado del mundo cuando su golosa lengua las llenó con saliva, sintiéndolas, y saboreando ese sabor un tanto extraño pues las gotitas de sudor le resbalaban hasta los rosados pezones.
– ¡¡Aaaaggghhh!!Exclamó de calentura la rubia, al tomar el miembro de Fernando, colocarlo en la entrada de su vagina y comenzar a ensartarse lentamente, había hecho a un lado su pequeño tanga, y sentía como ese portentoso ariete masculino pleno de virilidad se abría paso entre su húmeda intimidad, disfrutando con cada centímetro en su avance.
– Así princesa… métetela tu solita…, le decía el viril cincuentón sin dejar de mamarle esos pezones que le encantaban.
Las caderas de Puri comenzaron a moverse, primero muy despacio, para después ir adquiriendo velocidad, conforme su placer aumentaba, atraía desenfrenadamente con sus manos al atractivo macho, con tal de que este no deje de chuparle las tetas, como a un niño que no se quiere despegar de su mamá, y él lo hacía gustoso. La rubia al cabo de unos segundos, ya totalmente encajada en la verga del seductor empresario haciendo firmes círculos con su vagina intentando exprimirlo completamente buscando profundidad. Era impresionante el ¡Plock! ¡Plock! Que sonaba cuando sus cuerpos chocaban, pero algo no andaba bien, al menos eso pensaba la rubia, por alguna razón no estaba siendo tan ...
... satisfactorio como la última vez.
– ¡¡Como se mata al gusanillo nena…!! ¡¡Como se mata al gusanillo…!! Le decía él sin esperar respuesta aludiendo a una canción que escuchó hace tiempo, a la vez que al ser testigo que mientras la rubia lo estaba cabalgando efusivamente.
En el elástico de su braguita apartada hacia un lado se mantenía agarrado el billete de 20 €, que él le había cancelado, esto extrañamente lo calienta hasta la estratosfera. La casada se limita a seguir gimiendo y moviéndose, a la vez que el macho la nalguea con rudeza prácticamente loco de excitación. No… no seas tan salvaje cabrón…, pide Puri sin dejar ni un segundo de menearse, tras esta petición Fernando armándose de valor la cachea incluso más fuerte haciéndole vibrar las carnes de las nalgas dejando el rubio culo marcado de un color rojo. ¡¡Cállate zorra… aquí soy yo quien manda…!! En ese momento mordió ligeramente esos pezones rosados, causando un dolor en Puri, que no pudo contener.
Que rápido cambiaban los papeles, hacía algunos momentos la casada presentía tener el control absoluto de la situación, estaba segura que si el madurito no la obedecía y no se ponía el condón se podría ir sin ningún problema, pero ahora no, ahora era él quien podía hacer con ella cualquier cosa que quisiera y de una manera desconcertante eso le agradaba más todavía. ¡¡Qué gran macho es Fernando!! Se decía con los ojos cerrados, apoyándose con sus manitas en el pecho de él y galopándolo con energías. La cama ardía de ...