1. Ligue en L.A. la actriz secundaria


    Fecha: 14/05/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... el fondo de mi vulva y jugando con mi clítoris.
    
    Su mano estirada retorcía mis pezones arrancando orgasmo tras orgasmo de mi cuerpo. Levantó mis muslos haciéndome arquear la espalda y quedando aún mas expuesta a su lengua juguetona que pasó por mi culo y coño. Con gula absorbía mis jugos mirándome a los ojos con lascivia entre mis muslos cada vez mas abiertos.
    
    Menos mal que soy bastante flexible o su ardor me habría lesionado. Mientras yo amasaba mis tetas pellizcando mis pezones. A veces agarrando su mano con fuertes apretones cuando me llegaba un clímax. No recuerdo los orgasmos que me provocó pero se que fueron muchos hasta que dejó descansar mi cuerpo sobre el colchón.
    
    Se tumbó a mi lado buscado mis labios con mi sabor en los suyos acariciando mi cuerpo con ternura. Rozando mi piel con las yemas de sus dedos. Caricias que yo le devolvía. No me cansaba de amasar sus enormes tetas rodeando los duros pezones con mi dedo índice.
    
    Descansábamos sin dejar de acariciarnos ni de besarnos. Era dulce y fogosa a la vez y no dejaba que me enfriara tocando los puntos de mi cuerpo que mas me excitaban cono lo habría hecho yo misma. Lo hacia con tanta suavidad y ternura que me mantenía excitada pero sin que me apeteciera volver tan pronto a por nuevos orgasmos.
    
    Hasta que ese punto de calentura empezó a subir de nuevo. Ahora me apetecía a mí saborear su vulva, deslizar mi lengua por su coñito, darle placer y sentir sus jugos en mi boca.
    
    -sit in mi face! Please!
    
    No es ...
    ... que fuese una gran frase pero sirvió a mis fines. Volvió a moverse tan felina como durante toda la tarde o como lo hacia delante de las cámaras en las series de la tele. Arrodillada junto al cabecero de la cama, mi cabeza entre sus largos muslos y mis manos en su culo separando las durísimas nalgas.
    
    Ya antes había pasado la legua por los húmedos labios pero ahora lo hacia con toda la comodidad que me brindaba esa postura. De inmediato de ellos empezaron a destilar sus jugos recompensando mis esfuerzos. Los recogía con la sin hueso que pasaba por todo lo que alcanzaba. No me olvidaba de su ano recorriendo el perineo y clavándome en la raja de su culito. O volvía a su coño que intentaba absorber con mis labios mientras buscaba el clítoris con la lengua. Cada orgasmo me lo enmarcaba con gritos y gemidos guturales que era incapaz de entender pero cuyo significado era evidente. Deslizando la vista por su vientre plano y entre sus enormes melones podía ver sus ojos azules y su expresión desencajada por el placer.
    
    Concentrada en esa vista y en darle todo el hice que podía era imposible que me fijase en el tiempo que pasaba. Centradas la una en la otra estaba llegando el amanecer, el sol salía sobre Beverly Hills y no nos dábamos cuenta.
    
    Supongo que entre caricias dormiríamos algunos ratos pero no podría jurarlo. Sólo se que el sol nos encontró en un sesenta y nueve, sudadas y con restos de saliva y de nuestros flujos por toda la piel. Nos habíamos acariciado, lamido, besado ...