1. Un Polvo en el Confesionario


    Fecha: 14/05/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... levantarme pues ya tenía otro cliente.
    
    - Verá padre soy católico apostólico y postconciliar con 45 años-, este iba de pelma, pelma; me estaba adormilando con el murmullo que venía del entrerejillado cuando sentí que alguien se colaba en la antecámara de los cortinones, pensé en como salir de allí, pero pasaban los segundos y nadie entraba a la cámara de confesión, me atreví pues acercarme a las cortinas y allí tenía delante un bombón, una oriental de imprecisos años, y turgentes volúmenes al igual que mis cómics de manga, que se había refugiado allí para quitarse el apretado panty , cosa que hizo dejando al aire sus redondas nalgas, el pelma seguía con su perorata
    
    – Padre me acuso de pensamientos impuros y de mirarme en demasía el instrumento de procreación... me acuso de espiar a mi abuela cuando va al servicio...-
    
    Por su parte la japonesita se abrió aún un poco más de piernas y abrió su body dejando ver entre la penumbra unos incipientes pelillos púbicos, mi polla tras lo que venía oyendo iba quedándose mustia, pero ante el paisaje que ahora se me ofrecía se reavivó en un santiamén. La muy condenada cogió el panty y se lo pasó por los sobacos, luego por el “tetamen” , para lo cual desabrochó un poco más su blanca camisa, luego se lo llevó al dulce “chochito” y cuando ya creí que se iba a acabar todo, se lo llevó a su respingona nariz y olfateó con gusto y deleite aquellos olores íntimos, que debieron encender algún resorte, pues mientras olía aquellas prendas se ...
    ... iba masajeando la pepitilla a la vez que se recostaba en un lateral del confesionario, -
    
    Si embargo el tonto del culo proseguía, - Verá padre es que vez en cuando pienso en mi prima y la pilila se me pone tiesa, ya sabe usted, como la de un burro, etc.
    
    Por mi parte seguía atento a las evoluciones de la oriental que estaba a punto de dejarse desmayar de gusto, me armé de valor y por entre los cortinones, la atrapé por la cabeza, tapándole la boca, para que no gritara, a la vez que iba colocando mi polla en la canal de aquel dulce culito, en un principio se rebeló pero al sentir la polla, pronto se dejó caer hacía atrás y allí caímos en el amplio banco del confesionario, dejé su boca y busqué con las manos las peritas en dulce que eran sus tetas,
    
    Ella misma abrió su camisa y levantó la faldita para que mi polla le entrara más y mejor en el aquél dulce culo que pronto me llevó la desparramarme de leche, sentir la leche correrle por los muslos, fue todo uno para que la cabrona se diera vuelta, cogiera mi dolorida polla y se sentándose encima de ella y poniendo las pies encima del banco, daba leves saltos que hacía que mi polla se hincara cada vez más en el estrecho túnel de su chichi, que parecía estrecharse cada vez más, y así terminé jodiendo con aquella oriental , los dos allí babeándonos, y jadeando de placer entre suspiros y ayes de placer-
    
    Pero el chupacirios debió darse cuenta de la movida y decía - Así Padre ensártesela y métale el nabo, está bueno eh Padre, que ...