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Un problema resuelto
Fecha: 18/05/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mis meses con François pasaran sin estridencias. Es un hombre ocupado. Tiene su hija y su mujer, citas profesionales y mil asuntos en la cabeza. Sé que la historia de Vietnam es complicada. He oído hablar de la guerra de Vietnam y de la Indochina, pero no he profundizado mucho en las causas y los detalles. Un día él me explica que existe una especie de dualidad en esa relación. Profundos amores que conviven con odios enquistados. Un día que recibo a François en mi nueva casa, observo que llega ausente. Secuestrada su atención por algún problema. Después de dos días sin verle, tengo ganas de sexo. Pero también en parte por el calor, me he puesto para recibirle un picardías de tul negro transparente que me mantiene fresquita, y me muestra casi desnuda. Me cuelgo de su cuello y le beso. Pero como si besara un busto de Miguel Ángel. ¿Qué le pasa? Me tumbo a su lado en el sillón. Le miro, sé que hay asuntos importantes dando vueltas en esa cabecita. Y creo que ha venido más por alejarse de ellos que por verme. Ni siquiera me mira los pechos, totalmente desnudos bajo la transparencia negra. Su sonrisa artificial. No es que no le haga ilusión verme. Me canso de la situación: “Cuéntame” le impongo seriamente, casi exigiendo. “Pero no me vengas con excusas. Necesito tu problema aquí.” Le vuelvo a exigir poniendo mi dedo junto a mi sien. “No te enfades” Me dice François, pero no puedo hablar de ello, son asuntos reservados. No puedo…ya sabes…entiéndelo. Puse un ...
... puchero y carita de niña buena. “No confías en mí. ¿O sí?” “Está bien. Pero es un problema en el que no puedes ayudar” Tengo mi cabeza sobre sus muslos. La arrimo un poquito a su paquete, pero sin llegar. “Bueno, tú cuéntamelo. A ver qué pasa” François cae en lo cerca que tiene la cabecita de su jovencita de pene y comienza a hablar pero más relajado. “Me han encargado un proyecto para acercar a Vietnam del norte con nosotros, con el sur. Ha de ser un proyecto ambicioso, a largo plazo. La gente que trabaja conmigo me ha dado algunas ideas pero…no sé…no cuajan. Llevamos dos días dándole vueltas al asunto en la embajada y se nos acaba el plazo. Viene el Presidente de la República de Francia. EL GRAN JEFE. Ya sabes, con una delegación grande. Dice que nosotros pisamos terreno y que somos los más adecuados para elaborar el proyecto. ¿Te aburro?” “¿Estás tonto?” Le pregunto algo desairada. “¿Te crees que solo sirvo para…?” Dejo la frase entrecortada y acerco mi boca al pene flácido. Le doy un mordisquito sobre el pantalón. Él da un repullo “¿Qué haces? Se supone que estamos hablando en serio. Pero si quieres cambiamos de tema. No quiero aburrirte con mis cosas. Vengo a limpiar la mente” me mira. En su rostro se nota el cansancio de muchas horas de reunión. Me imagino el estrés. ¡El Presidente de Francia! Nada más y nada menos. Me da pena. ¡Es tan frágil en ese momento!” “Te equivocas, tengo la solución a tu problema” le dije sin pestañear. Él me miro ...