Sandra, el culito que se me escapó
Fecha: 21/05/2023,
Categorías:
Anal
Autor: siemprefuiyo, Fuente: CuentoRelatos
... gusté.
Ese mismo fin de semana tuve una bronca tremenda con Sandra. Quedamos sin hablarnos.
La misma semana que comenzó después, Alba se metió, literalmente, en mi cama.
Hacerlo con ella fue tan increíble que consiguió que me olvidase de Sandra. Me enamoré, empezamos a salir.
Llevamos juntos desde entonces.
Curiosamente, ahora vuelvo a recordar ese culito (usado, pero aún prieto) que se me escapó. Que deje escapar estúpidamente y faltando a mi promesa, más bien. Nunca jamás ninguna chica de todas con las que había tenido sexo había mostrado la más mínima disposición de dejarse follar por detrás y, en cambio, Sandra me lo había pedido abiertamente. Joder, había llegado incluso a suplicármelo. Y yo desperdicié mi oportunidad por una tontería. Sólo porque no me gustó su forma de pedirlo. Sólo porque no era como yo hubiera deseado que lo hiciese.
¿Y si hay trenes que sólo pasa una vez en la vida? Me torturo pensando en la posibilidad de que la pérdida sea irreparable. Y, sin embargo, por mucho que pueda sonar ridículo vista la situación (y pese a lo mucho que me acuerdo del culo de Sandra en días como hoy) algo dentro de mí me impide arrepentirme de haber perdido esa oportunidad. ¿Por qué? Porque ahora el culo que anhelo tomar (y desvirgar) es el de Alba. El culo que deseo que sea el primero en catar mi polla es el de la persona que amo. Para ser más precisos, es el ÚNICO culo que desearía follarme en toda mi vida, aunque resulta que llevamos dos años sin ...
... hacerlo ni siquiera por el coño o la boca (leer mis otros relatos con su nombre si queréis saber más). Nuestra relación está en un punto de bloqueo sexual tan enquistado que ni siquiera nos tocamos de forma íntima desde hace demasiado tiempo. Así que está el patio como para fantasear con innovaciones a las ni siquiera sé si estaría dispuesta en el hipotético caso de que pudiésemos recuperar el punto en que todo fluía entre nosotros. Nunca llegué a sondear su opinión sobre el sexo anal, pensando que tendríamos toda la vida por delante para ir explorando nuestros gustos con naturalidad y experimentando cosas nuevas a medida que la rutina fuese apagando la chispa. Honestamente, sospecho que no querría probarlo; ya que Alba siempre ha carecido de ese puntillo desinhibido y sucio que la zorra de Sandra rezumaba por los poros. Pero la esperanza de que un día tu novia se desmelene y te sorprenda es algo que nunca se pierde.
La esperanza de que dentro de toda Alba haya una Sandra aguardando agazapada la ocasión y el momento preciso para liberarse es algo que todo hombre atesora en el fondo de su alma, por mucho que algunos puedan negarlo o tratar de reprimirlo. Todos, del primero al último, queremos pensar que algún día nuestro preciosa y delicada amada nos pida que nos corramos dentro de su culo porque desea que la hagamos sentir como una zorra. Pero por si acaso eso no sucede… cumplan sus promesas y no desperdicien la ocasión. Nunca se sabe con cuantas Sandras se puede tropezar uno en ...