1. Labios sobre labios


    Fecha: 23/05/2023, Categorías: Sexo Oral Autor: Insomne, Fuente: CuentoRelatos

    Finaliza la película que decidimos mirar antes de dormir, decepcionados con las cabezas en las almohadas nos quejamos mutuamente de la calidad de la misma, en la que se presentan una serie de situaciones con la intensión de ser humorísticas como excusa para inmiscuir a un grupo de hermanas de un convento medieval en variadas escenas pseudo-eróticas. Coincidimos en nuestra opinión sobre no saber si el objetivo de la obra era incitar alguna pasión y, de serlo, sólo funcionaría para una monja porque nosotros necesitábamos algo un poco más... picante.
    
    Apagas el televisor y en la oscuridad nos disponemos a descansar, el silencio se apodera de la casa señalando que los niños duermen profundamente en su habitación, nos damos nuestro beso de buenas noches y nos abrazamos como de costumbre cuando realizas el siguiente comentario:
    
    —Quisiera contar con unos días solos en casa, a veces durante la tarde me caliento y...
    
    Esa oración que dejas colgando con una infinidad de posibilidades, que caen en mi imaginario como si volcaras un cántaro de escenarios hipotéticos que fluyen por mi espina como una corriente que se distribuye por todo mi cuerpo, encendiendo la sensación que las novicias fallaron en alcanzar.
    
    —¿Cómo es eso de que te calientas a la tarde?
    
    Cuestiono luego de una prolongada pausa, negándome a que dejes tu declaración inconclusa, mirando en retrospectiva las situaciones del día, busco el instante donde eso había sucedido y soy incapaz de notarlo, me interrogo a ...
    ... mi mismo sobre cuál había sido la circunstancia disparadora de tu sentimiento.
    
    —¡Vamos, dime que ha sido!
    
    Insisto con la esperanza que me cuentes que fue lo que te provocó. Tú generas esas sensaciones en mí a diario, varias veces, de la forma que menos te imaginas y saber que las situaciones particulares que te llevan a ese lugar me hace creer de algún modo que el juego no esté tan desparejo como pensaba.
    
    —No lo sé, no es algo puntual. A veces te veo haciendo tus cosas y pues...
    
    Me invade esa emoción indescriptible que se manifiesta en la parte posterior de mi cabeza y se dispara hacia las puntas de mis extremidades. Una reacción que sólo tu induces, la cual no puedo discernir si es amor, lujuria o la amalgama entre ambas. Mi deseo de poseerte es tal que podría arrancarte la ropa en este momento. Entretanto lo proceso, vuelves a romper el silencio.
    
    —Si igual en ese momento no podemos hacer nada. Y al fin y al cabo no sé si hubieras querido
    
    —Déjame que te confiese una cosa, siempre tengo ganas. Tu simple presencia frente a mi me llena de deseo en cada instante que te veo, siempre quiero satisfacerte. Soy tuyo y te pertenezco.
    
    Acaricio tu mejilla y te doy un beso nuevamente, esta vez más largo y apasionado, enredo mis dedos en tu cabello y te mantengo pegada a mi. Rozo tu cuello que siempre encontré irresistible y me acomodo dispuesto a cerrar los ojos hasta el amanecer.
    
    Entonces te arrodillas sobre el colchón, mirándome desde arriba mientras te quitas la ...
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