1. Cuckold con un turista en Cuzco


    Fecha: 29/05/2023, Categorías: Infidelidad Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    Habíamos salido con mi esposa a tomar unos tragos al Paddy’s, nuestro bar favorito cuando estamos de visita en Cuzco. Desde que llegamos me di cuenta que un turista, que se encontraba bebiendo solo en la barra del bar, la miraba, cada vez con mayor descaro. Estábamos en la tercera ronda cuando ella decidió ir al baño, ambos estábamos ya ligeramente mareados. Los dos baños, el de mujeres y el de hombres quedan juntos. Ni bien ella se levantó, el turista hizo lo mismo y fue también hacia el baño.
    
    Mi esposa retornó en el tiempo normal de una ida a un baño vacío. Pero ni bien llegó, la noté algo perturbada. Le consulté que había pasado y me dijo que el turista (que era español) le había dicho que le gustaba y que “quería coger con ella”. Ella se había negado, entró al baño, salió y volvió a nuestra mesa.
    
    Le pregunté si le gustaba el español. Me dijo que sí, pero que sólo eso. Fui más allá y le pregunté si le gustaría coger con él. Dio muchas vueltas en su respuesta, las clásicas divagaciones que no dicen no, pero tampoco sí. Al final de su perorata le dije que si quería coger con él por mí no había problema. Pero que la acompañaría al hotel y la esperaría en recepción. Ella, en su indefinición, no aceptó, pero tampoco se negó.
    
    Terminamos la tercera ronda de tragos y pedimos la cuarta. A la mitad de la misma, ya habíamos pasado de ligeramente mareados a medianamente ebrios. Le volví a preguntar y ella dijo que si, que quería coger con él, pero no quería que me ...
    ... molestase con ella. Yo estaba muy excitado por la situación. Y le dije que jamás me molestaría por algo así, más aún si era una decisión de ambos. Ella, hasta ese momento, había tenido aventuras con otros hombres, pero nada tan espontaneo como un turista así lanzado en un bar.
    
    Tomó valor y fue hacia la barra. Conversó con el turista. Volvió con él. Terminamos nuestros tragos. Pagué y salimos del bar. Caminamos hacia el hotel, a pocas cuadras de allí. Esos minutos fueron interminables, sin ninguna palabra que fluyera razonablemente bien.
    
    Al llegar al hotel, Martín, así se llamaba el español, me dijo que, si quería, podía subir a la habitación con ellos, pero “solo para ver”. Acepté sin dudarlo. Miré a mi esposa y no parecía tan convencida, pero tampoco se negó. Subimos los tres por la escalera del hotel. Mientras subíamos pude ver como Martín le metía la mano al culo a mi esposa, que sólo atino a sonreír.
    
    Llegamos a la habitación. Había una silla frente a la cama. Me senté en ella, Martín se acostó y mi esposa junto a él. Él estaba lanzado, pero ella aún muy cohibida. Comenzaron a besarse y los besos la calentaron rápidamente. Él le fue quitando la ropa mientras la besaba y la dejó completamente desnuda. Recién en ese momento me percaté que ella se había depilado completamente, lo que me pareció muy excitante. A Martín también, lo resaltó en sus palabras “que coño de nena” dijo, entre otras cosas. Ni bien la vio así, aceleró su sacada de ropa, y cuando estuvo desnudo ...
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