De paso en la ciudad de mi suegra
Fecha: 22/07/2017,
Categorías:
No Consentido
Autor: Fredy Gomez, Fuente: CuentoRelatos
... planeado, que solo sucedió, le explique cómo sucedió y le conté en que momento me di cuenta que estaba con ella, pero que una vez ocurrido el hecho, me alegraba mucho haber tenido esa experiencia y que todo había sido muy bonito y excitante para mí.
La cara de mi suegra se tornó dulce y comprensiva, incluso se notaba una leve sonrisa en su rostro y me dijo que me agradecía que le hubiera contado eso, porque hasta ese día ella pensaba que yo lo había hecho con premeditación y que no obstante a ella también le había gustado y excitado mucho, pero después pensando en los hechos se había sentido burlada, de hecho me dijo que se había disgustado la noche anterior que la había llamado, pero que pensó que era mejor enfrentar la situación porque al fin y al cabo somos familia.
Una vez aclaradas las cosas y ya con la tranquilidad de hablar del tema, le dije que en los últimos seis o siete meses no había hecho más que pensar en lo sucedido y que había sido una experiencia increíble. Le dije que había sido rico y excitante y que quería saber que había sentido ella. A lo que me respondió que también había sido excitante y que los besos que nos dimos al final fueron espectaculares para ella, iguales tal vez a la sensación que había tenido en la cama. Me dijo además que el morbo de saber que la hija estaba en la misma cama, la hacía estremecer. Y que había sido una experiencia única.
Estábamos en sillas separadas, ella al lado mío en un sofá, me pase a su lado, y pasando el ...
... brazo por detrás de ella, lo apoyé en el espaldar y acercándome un poco le pregunté si ya que lo habíamos disfrutado tanto, que le parecía si lo repetíamos, pero ahora de una forma consiente desde el principio?
Ella con una sonrisa en la boca y sin alejarse de mí, me dijo que no. Que hasta allí había sido más que suficiente. Y que ahora que sabía que fue por casualidades de la vida, iba a aprovechar para dormir más tranquila. No le respondí nada. Simplemente me quedé mirándola fijamente. Ella hizo lo mismo por unos 10 segundos que me parecieron una eternidad, y luego lentamente cerró sus ojos y entreabrió los labios, yo me acerqué, baje mi brazo hasta abrazarla y con el otro brazo rodee su cintura y nuestros labios se unieron lentamente en un beso profundo. Un beso tierno y sensual. Húmedo, pero sin tocar nuestras lenguas, suspiramos, me abrazó y sin decir una palabra más, nos seguimos besando lentamente. Sin prisa.
Con el brazo que tenía sobre sus hombros, la apreté hacia mí y con la mano que tenía en su cintura, empecé a acariciarle la espalda lentamente, de arriba abajo. Y luego de un rato, baje la mano por un lado de su cadera y acaricié sus piernas hasta las rodillas. Tenía una falda a media pierna, y la subí lentamente, y pude acariciar sus piernas directamente, y subí y baje mi mano un par de veces por la pierna y entre tanto la abrazaba y la besaba con más fuerza, tomé valentía y pase mi mano a la entrepierna y la metí en medio de las apretadas piernas de Nancy. ...