Cogí a mi suegra mientras mi esposa se bañaba
Fecha: 11/06/2023,
Categorías:
Incesto
Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos
Tras cogerla por primera vez una noche, mientras mi esposa e hija dormían, mi relación con mi suegra se transformó en una locura sexual de adolescentes. Aprovechábamos cada momento para tocarnos y excitarnos mutuamente. Mi esposa, concentrada en mi hija recién nacida, no tenía mente para nada más que no fuera ella, no tenía idea de las locuras de su madre y de su esposo a pocos pasos.
Estuvimos así unos tres días, de caricias furtivas y agarradas muy sexuales. La mañana del sábado, que yo no trabajaba, sabía que mi esposa se daría un baño muy largo mientras mi hija durmiera. Sabía también que aprovecharía ese momento para coger con mi suegra. No lo habíamos hablado con ella, pero en mi ser, en mi libido, lo sabía.
Como a las 10 de esa mañana, tras amamantar y poner a dormir a mi hija, mi esposa se alistó para bañarse. Me pidió que esté atento al sueño de la bebe, se lo pidió a su mamá también y se fue al baño, que quedaba justo frente a la sala, a unos pasos de nuestra habitación.
Ni bien entró y sentí que cerró con picaporte, fui al cuarto que mi suegra ocupaba, pero ella, mujer muy hábil, con un murmullo me dijo vamos a la sala. Me cogió de la mano y la seguí. Prendió la tv a un bajo volumen y sin más preparativos sacó mi verga ya tiesa. Por la hora, seguía en pijama, así que no le fue difícil sacarla y, mirando ambos hacia la puerta del baño, en perpendicular a la misma, comenzó a mamarla.
No hay forma de negar que a la vieja le encantaba la verga. La mamaba ...
... como sólo alguna puta muy íntima lo hizo antes y como nadie ha hecho después. Se concentraba en darme placer y era obvio que su placer era dar placer con sus labios. Aunque nunca lo hablamos, estoy seguro que ella sentía un morbo infinito mamando y cogiendo con el esposo de su hija.
No me pude contener y llegué dentro de su boca, ella aplicada a su trabajo, se tomó todo mi semen. Dejando mi verga limpia con su lengua, lo que la volvió a poner muy dura casi instantáneamente. La cogí de la cintura y la llevé hacia el mueble de la sala que nos daba la mejor vista de la puerta del baño.
Ambos oíamos, a pesar de la tv prendida, el correr del agua en la ducha. Sentir como el agua discurría nos daba la seguridad necesaria para disfrutar el momento. Yo sabía, ella sabía, que mi esposa podía tomarse 40 o más minutos en una ducha. Bien por ella su disfrute, bien por nosotros el tiempo que nos daba.
Le baje el pantalón de pijama, bajo el cual tenía sólo unos de sus acostumbrados micro hilos. No le saqué el hilo, negro ese día, lo recuerdo como si fuera ayer. La puse en 4 patas sobre el sillón y me arrodillé detrás de ella. Escuchando el agua discurrir sobre el cuerpo de mi esposa y sabiendo que mi suegra estaba mirando la puerta del baño, le di una lamida de concha y culo que la puso lista para ser cogida. Sentí como sus fluidos caían entre mi lengua, rumbo a mis labios. La señora era mucho más caliente que mi esposa y sus fluidos se activaban muy rápidamente, aunque supongo ...