1. Luis, Jacobo y un verano 21 Sorprendido follando


    Fecha: 26/06/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    Despertamos a la vez, miré el móvil y pasaban las doce de la mañana, me desperecé y me abracé a Julio. Se volvió para dejar su mirada fija en la mía. -Esta mañana papá y mamá nos han visto aquí en la cama. –su mirada se volvió asustada. -¡Dios mío! ¿Qué habrá pensado tu padre? -parece que lo que pensara mamá no le preocupaba tanto. -Sin el edredón y tú desnudo como estas ahora. –de verdad que parecía asustado. -Ahora no me querrá tener y me echará de vuestra casa. –me miraba angustiado, me coloqué sobre su pecho y acaricié sus tetillas, luego las besé, su pecho respiraba agitado, también alrededor de las tetillas le estaban naciendo pelos y una ligera línea que arrancaba de los del ombligo, subía hasta el esternón. Igual que la parte inferior de su cuerpo, comenzaba a manifestar sus hechuras de hombre, de macho viril y maravilloso semental joven. -No tienes que preocuparte, tienen que saber lo hacemos, los gritos que arrancas de mi pecho se tiene que escuchar en el piso de abajo. –no añadí que los que el profería también serían oídos, además nunca cerrábamos la puerta de la habitación. Era como una norma de la casa. -Julio, ellos sabes todo sobre mí, como soy y lo que siento, tú ya lo conoces. –me estiré para llegar a sus labios con los míos y se los besé tiernamente. -Pero follarte aquí, en su casa, me resulta un poco violento. –me hablaba mientras acariciaba mi espalda apretando mi pecho contra el suyo. -Deberás acostumbrarte, también es la tuya, no tenemos otra. No van a ...
    ... dejar de quererte por hacer feliz a su hijo, también a ti te quieren, nunca me di cuenta de que te quisieran tanto, siempre estuve centrado en mi, y la verdad, hasta hace dos años creo que no te miraba, ahora no puedo apartar la mirada de ti. -Tenemos que levantarnos, igual nos están esperando. –me separó un poco de él para hablarme pero rápido volví a apretarme contra su pecho, no quería perder su calor. -La mañana ha pasado, tenemos tiempo hasta la hora de comer. –busqué entre la suave ropa, pasando la mano por su abdomen hasta hallar su pene apagado, pero cálido y suave al tacto de mi mano. Esperaba encontrarlo duro como todas las mañanas para contener la orina. Metí la mano entre sus muslos, los abrió y acaricie los pelos de su perineo, reinaba un fuerte calor allí y la bolsa de sus huevos la tenía estirada y floja, los cogí, no cabían en mi mano. Se los apreté ligeramente mientras le ofrecía mi boca, me besó y comenzó a excitarse con mis toques cariñosos en sus testículos. -Me gustaría que me dieras lo que tienes aquí, -le sujetaba los huevos gordos y pesados- que lo dejes en mi boca, tiene que saber delicioso a esta hora, como si fuera mi mejor desayuno. –me portaba muy mimoso pasando mi pecho por el suyo en movimientos sinuosos mientras lamía sus labios. -No seas malo, he estado muchos días sin tenerlo, sin saborear tu lechita que me encanta. –agarré su verga que comenzaba a erectarse y ponerse dura. -Eres como una putita deliciosa a la que no se le puede negar nada. ...
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