1. La mamá cachonda de mi amigo


    Fecha: 23/06/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: andreguz726, Fuente: CuentoRelatos

    ... eran más.
    
    Así que salí del cuarto, fue a la habitación de mi amigo, que roncaba bastante fuerte por lo que sabía que estaba dormido, así que fui al cuarto de su mamá, estaba cerrado pero eran tantas mis ganas que intenté abrir lentamente, pero estaba con seguro, maldita sea, maldita sea, solo podía maldecir y maldecir, estaba muy caliente y con ganas de verla.
    
    Así que me agaché para ver por debajo de la puerta, a ver si alcanzaba a ver algo, me puse de rodillas y puse mi cabeza sobre el piso y vi que no estaba en la cama, así que fui mirando por todo el cuarto y la vi frente a un espejo que tiene en frente de su cama, estaba completamente desnuda, ella se miraba de arriba abajo, se llevaba las manos a su abdomen y subía lentamente por sus pechos, con cada mano rodeada la aureola de sus pechos, se acercaba a sus pezones y los pellizcaba, cada vez que lo hacía, arqueaba su espalda y abría su boca, disfrutaba aquello de muy buena manera, luego llevaba las manos a su cuello y lo apretaba, lo apretaba fuerte, podía ver cuando se agitaba su respiración, mientras tanto, yo me llevaba la mano a mi pene y comenzaba a jalármelo, era lo que estaba esperando, comencé a respirar más fuerte, era demasiado rico lo que veía por debajo de esa puerta y más cuando llevó su mano a su entrepierna y comenzó a masajearse, dio unos pasos hacia atrás y se acostó en su cama, se revolcaba y elevaba su pelvis ...
    ... agitando su mano más rápido, veía como la golpeaba una que otra vez como dando palmadas a su clítoris con su mano y con la otra mano se pellizcaba esos pezones tan deliciosos que tenía, se llevaba su mano a la boca y meto sus dedos muy profundo, le gustaba sentirse ahogada, que delicia de señora.
    
    Comencé a jalarme mi pene más rápido, cerraba los ojos de lo rico que lo estaba pasando y pude venirme, que delicia de venida, me sacudí todo, un estruendo en mi cuerpo, temblaba todo, un frio recorrió todo mi cuerpo, me la jalaba más rápido del desespero y solo pensaba en la señora Íngrid, ¡si, si, si! señora Íngrid así, repetía mientras me venía y podía oír cuando ella se empezó a venir al tiempo conmigo, sus gritos no eran fuertes pero oía como se desesperaba, se golpeaba esta vez fuerte su vagina, y no sé si por la calentura, pero le oí decir, más rápido Andrés, más mas, dame duro por favor, reviéntame mi concha por favor.
    
    Esas palabras hicieron que terminara mi mano y mi ropa con tanto semen que me tocó cambiarme completo, no podía creer lo que había oído, seria ese Andrés yo, su esposo no era porque sé que así no se llamaba, no pude dormir esa noche imaginando que era a mí a quien nombraba y que al otro día podía ser yo quien estuviera en ese cuarto con ella y estaba decidido a buscarla a solas para acercarme a ella y verificar que su venida así como la mía, fue pensando cada uno en el otro. 
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