1. Mi amiga Nuria


    Fecha: 24/06/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que llegó a mi cuello y se apartó de mí. No tenía claro lo que me estaba pasando, estaba caliente, notaba la humedad entre mis piernas. ¿Qué te ha parecido? Me pregunto ella.
    
    No sabía que decir, estaba sin palabras. Me gustan los hombres, pero también me gustaba lo que acababa de pasar. Quizás fuese bisexual y no me haya dado cuenta hasta ese momento. Me volvió a decir que me dejara llevar para ver hasta donde llegaba y salir de dudas. Yo no tenía muy claro lo que había querido decir con eso. No me dio tiempo a hablar cuando me estaba besando otra vez.
    
    Esta vez me agarraba con más pasión y yo me estaba dejando llevar, no tenía nada que perder. Mientras nos besábamos, íbamos poco a poco dirección al sofá. Ella calló encima de mí y fue besándome desde la boca al cuello. Me quitó la camiseta que llevaba, con mi ayuda y, siguió besándome en el pecho y el vientre.
    
    Lo único que me quedaba puesto era el sujetador y un pantalón de chándal ajustado que, por cierto, me regaló mi novio. Sabía lo que estaba a punto de pasar. Me daba un poco de vergüenza que me desnudara por completo. No estaba completamente rasurada como de costumbre. Pero ella no se detuvo.
    
    Me desabrochó el nudo del pantalón y metió los dedos de sus manos a cada lado de la cadera agarrando el pantalón. No sé si lo había hecho a propósito pero al agarrar el pantalón, también había agarrado las bragas. Tiró hacia abajo y me dejó desnuda. En ese instante pensé: ¿en qué momento he llegado a esto?
    
    Ya no ...
    ... podía pararlo, nunca había estado tan excitada. Ella me separó las piernas, me miró con una sonrisa y empezó a besarme por ahí abajo. Yo no sabía que hacer así que solo le agarraba de los pelos. Notaba como se aceleraba mi respiración. Ella me volvió a mirar, solo le veía media cara. Se incorporó un poco y pude ver como sacaba la lengua de su boca. Sentí como la pasaba por todo mi coño, notaba su saliva, su humedad, el tacto y como se introducía dentro de mí. Yo no podía dejar de gemir y ella no dejaba de comérmelo todo. Intenté decirle que parara pero, no me salía la voz. No era capaz de articular palabra, solo gemidos. Me gustaba cuando lo hacía mi novio, pero ella lo hacía mejor.
    
    Con su mano derecha me acariciaba alrededor de mi ombligo. Pero dejó de hacerlo para llevar esa mano a mi vagina. Me estaba masturbando mientras me hacía sexo oral. Se notaba que tenía experiencia, era espectacular. Introdujo dos dedos dentro de mí y empezó a moverlos de una forma que no sabría explicar con palabras. No dejaba de jugar con su lengua a la vez que me metía los dedos. Mis piernas tiritaban, mi abdomen se endurecía. Todo mi cuerpo estaba temblando, estaba a punto de correrme. Mis gemidos se habían transformado en gritos de placer y me excitaba más, si es que era posible, cuando me miraba mientras me tocaba.
    
    Escuchaba el sonido de sus dedos, mojados, hasta que vi en su cara la sonrisa de complicidad cuando vio que me había corrido. Fue espectacular, nunca había sentido nada igual. ...