1. Historias de madame Lili (capítulo 3º)


    Fecha: 27/06/2018, Categorías: Incesto Autor: Alex B.C, Fuente: CuentoRelatos

    ... después tres, me estaba poniendo muy excitada, sentía que estaba empapada, podía oírse como hundía sus dedos en mi cuevecita, mis gemidos reducidos por no hacer ruido, no podía evitarse, no podía dejar de gemir y moverme, sus dedos me estaban volviendo loca, tenía los ojos cerrados y dejé de sentir sus dedos, y de un golpe introdujo su pene, ohhh!!! Que me gustó, que embestida me daba, para su edad estaba muy bien, nada que ver aquel día en su despacho, ahora si me estaba gustando, que situación más sensual, los dos sudorosos y gimiendo en voz baja, pero de vez en cuando se nos escapaba un gemido más alto...
    
    Ernesto no podía aguantar mucho más, se le notaba que ya estaba a punto de venirse, no tardó mucho en sacar su falo y echarme toda su semen en mi pubis, que calentita estaba, me recorría todo mi sexo mezclándose con mis fluidos, pero no, no se quedó a gusto y me cogió las piernas con sus manos para abrirme todo lo que podía, volvió a hundir su cabeza en mi sexo, y no parar de jugar con su lengua en mi clítoris, tanto que me hizo fluir otra vez, esta vez a quién le temblaba las piernas eran a mí.
    
    Que gozada, como me gustó, recompensó absolutamente la anterior vez, sí que me gustó, mucho.
    
    Los dos nos quedamos sin fuerzas abrazados en aquella encimera, el echado encima de mí, con su pene ya flácido, nos fuimos vistiendo, acalorados, nos faltaba el aire, así que nos sentamos un poco en las sillas de la mesa de la cocina , le pregunté si quería un té o algo, me miró ...
    ... y me dijo.
    
    -Lili, yo sé que esto que estamos haciendo es una locura, y que no entra en mi clase vida, yo no soy así, pero tú, no sé qué tienes que no puedo resistirme a ti...
    
    -Ernesto, no te preocupes, no pasa nada, tú lo querías y yo también, nada más, tranquilo, no le des más vuelta.
    
    Él se me quedó mirando, y me dijo.
    
    -Tengo que marcharme es tarde.
    
    Se levantó y me besó en los labios, diciéndome...
    
    -Qué mujer más peligrosa eres, puedes volver loco a un hombre solo con pestañear, me ha gustado muchísimo, eres muy especial Lili.
    
    Cogió su gabardina su sombrero y se marchó...
    
    Cansada me fui para la cama, eso sí, tengo que decir, que Ernesto aún con su edad, y además de ser muy atractivo, me poseyó como un chico joven, no me faltó nada, disfruté como una loca, y su pene estaba muy duro, cosa que me impresionó bastante...
    
    Pasaron unos días, Ernesto no fue a casa en esos días posteriores al momento que vivimos, y yo tampoco fui a verlo, quería darle su tiempo.
    
    Como pasaba el tiempo casi un año desde que me echaron de aquella casa, se me pasó el tiempo volando, pero aún de vez en cuando recordaba a Luis, pensaba que sería de él...
    
    Mr. Adams, tuvo que salir de viaje así que me quedé sola unos días; una noche no podía dormir, de esas noches que no logras coger el sueño, así que me levanté y me senté en el sillón del salón, estaba aburrida, no sabía qué hacer, así que me asomé a la ventana para distraerme un poco, a lo lejos vi la sombra de un hombre, ...
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