La primera humillación
Fecha: 01/07/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Necesitaba probar cosas nuevas.
El sexo convencional ya no me llenaba.
Follar, follar y follar. Y un vacío dentro de mí.
No era amor lo que necesitaba, no era una pareja.
Era una forma distinta de gozar.
Había probado en un club swinger, pero no era lo que yo esperaba.
¿Qué será?
Vitrineando en Facebook, leo unas siglas que hace años atrás leí por casualidad.
"BDSM"
Busqué en San Google, que significaban esas siglas.
Bondage, Disciplina, Dominación, sumisión, Sadismo, Masoquismo.
Vi algunas fotos de chicas atadas, otras desnudas con máscaras de látex en fiestas temáticas, otras fotos en que chicas asemejaban ser un caballo y llevaban un carro detrás.
Me gustó lo que vi, lo que leí. Me calenté y mientras miraba imágenes, comencé a tocarme. Antes de siquiera meterme los dedos, ya estaba completamente mojada.
Escribí "BDSM" en el buscador de Facebook y encontré varios grupos. A la misma palabra, le añadí el nombre de mi ciudad.
Coincidencia o no, había un grupo en mi ciudad.
Ingresé, me aceptaron y me presenté.
A los minutos, tenía unas 20 solicitudes de amistad y algunos chicos escribiéndome al privado.
"Hola, que tal?" "hola perra" "de que parte eres" "Buenas noches Señorita" "Hola A...."
Les respondí a todos. Algunos me agradaron, otros no.
Había un tipo que me dijo:
- Debes decirme Señor.
- No, le dije.
- Hazlo. Si no me dices Señor, no puedes dirigirme la palabra.
Y mientras me trataba de convencer de que ...
... le dijera Señor y yo me negaba, más me excitaba. Me pajeaba frenéticamente leyéndolo, con mis fluidos corriendo y chorreando hasta el culo, mientras con una mano le escribía y con otra me refregaba el clítoris.
Acabé y no le hablé más.
No me gustaba el hecho que me impusiera hacer algo. Ni siquiera lo conocía.
Leo un mensaje.
"Buenas noches Señorita"
Lo agregué. No tenía fotos de él en su perfil.
Hablé con él por unos días. Me contaba en que trataba el BDSM, que habrían Dominantes que antes de conocerlos, me ordenarían llamarlos Señor.
Me habló sobre las comunidades, historia, roles, prácticas.
-¿Con qué rol te identificas más?
-Creo que sumisa.
Hicimos sexting y me gustó.
Creo que ya era hora de conocerlo.
No creo que nada malo pudiera ocurrir.
Siempre he sido audaz, curiosa y algo aventurera, por no decir que me gustaba tomar riesgos.
Le mandé mi dirección y pasó a buscarme de noche.
No era cómo lo imaginaba. No muy alto, ni delgado ni rellenito, usaba lentes, con ropa casual y zapatillas.
Tenía una voz profunda y una mirada penetrante.
Me subí a su vehículo y partimos a un lugar dónde no había estado antes.
Era una calle vacía, pero cruzando, a unas dos cuadras, habían muchas casas.
Me miró y de la nada sentí una cachetada en mi rostro.
-¿Así querías que te tuviera?
Me quedé paralizada unos segundos.
Era lo mismo que me dijo que me haría y me diría cuándo hicimos sexting.
-Responde perra. ¿O te comieron ...