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No sabía que era un trío, ni que mi culo era el premio
Fecha: 04/07/2023, Categorías: Anal Autor: Luna_demiel, Fuente: CuentoRelatos
... Comenzamos a besarnos cuando siento una mano extra tomando una mis nalgas por lo que doy un respingo. -Tomás ¿Qué es esto? -Una sorpresa mi amor. -¡¿Quién es?! -De eso se trata el juego. Esto me sorprendió tanto que hasta sentí que perdí mi libido. No sabía si me agradaba la idea de tener sexo con alguien más de la oficina y sin mi consentimiento por lo que puse un poco de resistencia hasta que escucho decir “ponte lubricante” y entonces siento un dedo que está masajeando mi culo con toda la intensión de entrar. Debo admitir que me gustó. -Relájate mi amor. Ahora dime, quién crees que es. Si adivinas, te suelto y decides si quieres seguir. Si pierdes, meterá el dedo hasta el final de ese delicioso agujero del que no puedo disfrutar libremente ¿Comprendes? ¡Estaba impresionada! Era tanta gente la que trabajaba con nosotros que no se me ocurría un nombre. Tomás no tenía amigos en la oficina y era un jefe más bien distante. -¿Pero lo conozco? –decía mientras ese dedo intentando penetrarme me comenzaba a calentar más de cuenta y ya daba mis primeros gemidos. -Claro, dame un nombre. -¿Carlos? -No. –y antes de que terminada de decir esas dos letras, el dedo del desconocido ya estaba dentro de mi cavidad anal entrando y saliendo. Explorando cada centímetro. -¡Ohhh! mi amor, ¡no sé quién es! -Dame otro nombre. ¿Quién te gustaría que fuera? –Me preguntaba exponiéndome ante un desconocido. -¡Ay! No sé. ¿Raúl? ¿De finanzas? -No mi amor. ...
... Perdiste. Debe entrar otro dedo –decía a mi oído y de manera lujuriosa. Sentía como Tomás disfrutaba mientras el extraño metía otro dedo y yo me mojaba y arqueaba mi espalda. Sentía como mi culo se iba abriendo ante él. -Ponte más lubricante. No quiero que le duela. Otro nombre. Piensa bien porque no sé si otro dedo puede entrar ahí. –decía mientras intentaba abrir más mi culo con sus manos. -¿Es hombre? ¿Profesor? ¿Es un estudiante? ¡Ohhh mierda! ¡¡¡DAME UNA PISTA!!! -Jajaja ¿ves? Podría haber traído hasta la profe en la que pensamos jaja –le decía a su amigo– Si amor. Es hombre y trabaja en el piso de nosotros. Es administrativo. No es profesor ni menos estudiante, aunque suena interesante. Sus dos dedos me tenían muy caliente. Tomás ya se había sentado conmigo en brazos y le abría mi culo con las manos para que el otro entrara con más facilidad mientras chupaba el lóbulo de mi oreja y con su pene rozaba mi vulva. -¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! –Casi había olvidado el juego sintiendo como esos dedos me penetraban una y otra vez. -¿Nombre? -¡Luis! –ya casi no podía pensar. Estaba disfrutando mucho pero tenía miedo de quién podía ser el misterioso amigo de Tomás. -Error. ¿Cabe otro dedo? –mientras decía eso, siento un líquido caliente caer en grandes cantidades por todas mis nalgas. Era lubricante. -¡Mi amor, no! Paremos con esto –decía pero en realidad estaba muy caliente.– ¡Ohhh! Ya no puedo más. -Mi amor, te queda una oportunidad. Si no adivinas, tu culito será ...