1. Mis amigas (I): Patricia


    Fecha: 06/07/2023, Categorías: Hetero Autor: Alonso1102, Fuente: CuentoRelatos

    ... marcarse en su top. Un leve quejido me sacó de mi trance. Me dijo que había sentido un ligero tirón en su muslo a lo que rápidamente comencé a masajearle. Ahí creo que fue el punto sin retorno.
    
    La hice recostarse en el sillón y continué con los masajes. Cada vez iba subiendo más y más hasta llegar a los límites de su pequeño short. Su respiración agitada y la separación de sus piernas me confirmaban que no había rechazo de su parte. Continué y ahora mis manos llegaban hasta su vagina por encima del short con cada pasada que le daba. Muy pronto lo único que masajeaba era su entrepierna a lo cual respondía con gemidos.
    
    Mientras mi mano derecha seguía frotando su vagina mi mano izquierda fue subiendo hasta tocar uno de sus pechos. Ella tomó mi mano y la apretó aún mas contra su vagina y con su otra mano buscó mi paquete el cual sujetó con firmeza. Subí su top para liberar sus pechos y de paso pellizcar sus pezones que estaban bien duros.
    
    Ella me soltó solo por un instante para sacarse el top y me agarró el paquete otra vez. Me acerqué a sus pechos y comencé a pasar mi lengua y dar pequeñas mordidas sobre sus pezones provocando que soltara gemidos y suspiros cada vez más fuertes. Luego me dirigí a su short y se lo saqué junto a su pequeña tanga, Patricia levantó sus caderas y tiré hacia sus piernas dejando al descubierto su sexo totalmente depilado con unos labios hinchados y ya bastante mojados. Me acerqué y comencé a pasar mi lengua a lo largo de sus labios hasta ...
    ... llegar hasta su la entrada de su ano, sus gemidos iban en aumento.
    
    Tomó mi cabeza y me presionó contra su sexo cuando mordí su clítoris. Tuvo un par de espasmos para luego correrse abundantemente mientras sus piernas comenzaban a temblar. Me saqué el pantalón y acerque mi pene a su rostro. Abrió la boca y le metí mi pene a lo que ella comenzó a chuparlo al mismo tiempo que masajeaba mis testículos.
    
    Después de que se recuperó de su corrida, me hizo sentarme en el sillón para luego sentarse encima de mí tomando mi pene y dirigiéndolo a su vagina. Se introdujo todo y se quedó quieta. Estaba con los ojos cerrados y respirando agitadamente. Me abrazó, nos comenzamos a besar y nuestras lenguas jugaban entre sí, lentamente comenzó a moverse en círculos y mis manos fueron a sus nalgas y le ayudé en ese vaivén. Poco a poco sus movimientos se fueron acelerando y me abrazaba cada vez más fuerte. Sus gemidos se escuchaban por todo el departamento.
    
    Uno de mis dedos comenzó a jugar en la entrada de su ano y pronto ya lo había metido hasta la mitad a lo que ella respondió acelerando sus movimientos y apretando los músculos tanto de su ano como de su vagina. Después de unos minutos se puso rígida por un instante para luego correrse encima de mí dando un gran grito de placer. Su cuerpo se relajó tanto después de su corrida que pensé que se había desmayado pero se recompuso después de unos instantes.
    
    La tomé de la mano y la lleve mi cuarto. La eché boca abajo y comencé a darle un masaje ...