1. La bragas sucias de Sajar


    Fecha: 07/07/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... amado de Dios!-.Y es que para eso yo había nacido, para encontrarme con mi padre celestial, para ponerme a su servicio y que, a través de mí, se hiciese su voluntad.
    
    Yo desde siempre había sido obediente y valiente, y confiaba en mi madre cuando me decía que Dios me había elegido para servirle, así que nunca había transgredido con mis deseos impuros los mandamientos que con tanto amor me habían enseñado a respetar. Extasiado en mi victoria caminé hacia el ocaso que me esperaba al final de playa. Caminé en silencio y comencé a respirar al ritmo de mis zancadas. Derecha inhalar, izquierda exhalar, y así un por un trayecto encantador. De pronto todos mis pensamientos desaparecieron, se disolvieron junto a la espuma de mar que se deshacía ante mis pies. Entonces todo se hizo luminoso a mi alrededor, repleto de vívidos colores marinos. Una fragancia a mar me poseyó enteramente y en mis oídos las olas me arrullaban con su eterno rugido. Sobre mi piel percibía la luz, el calor, la arena, el frio, el agua, el viento. Todos los elementos reaccionan en mí y yo en ellos, y a su vez en simultáneo con la existencia entera. Entonces allí, en aquella playa remota, de pronto me sentí uno con todo cuanto existía bajo los rayos de sol de aquel ocaso. ¡Era uno con la luz!.
    
    Continue la marcha y poco a poco los pensamientos volvieron a aparecer. Aquella caminata me transportó aliviado a los paseos de mi infancia, mientras mi madre me ensañaba todo lo que ahora sé de Dios y de su infinito ...
    ... amor. Paso a paso fui profundizando en el recuerdo de mi madre diciéndome lo afortunado que era de ser un elegido de Dios para cumplir sus propósitos en la tierra. Me sentí eufórico nuevamente. Que alegría saber que Dios tenia grandes planes para mí y que afortunado era yo de haber sido obediente a mi madre y haber confiado en ella en todo momento.
    
    Mi madre se había empeñado en que mi alma fuese pura, llena del amor de Dios que se necesitaba para cumplir el noble propósito por cual el Padre Creador me había enviado a la tierra. Siempre me decía -el Padre necesita varones santos como tú para poder cumplir su obra-.
    
    ¡La obra de Dios!- exclamaba yo en mis pensamientos alegre e inspirado. Por eso debía ser siempre puro y no podía dar tregua a los deseos corrompidos de la carne. Pero ya no había nada de qué preocuparme, la prueba había sido superada. Era el momento de regresar a mi rutina. Entonces eché a correr nuevamente de vuelta a casa confiado de que al regresar ya todo estaría resuelto con la llegada de mi hermana.
    
    Entonces decidí aprovechar mi nuevo poder, el que recién había descubierto al saber que Dios me había asistido; porque cuando uno es amada de Dios, entonces grandes poderes le son otorgados como recompensa por su virtud. Así que estaba dispuesto a comprobar mi nueva fortaleza, la nueva potencia de mis músculos poderosos y empecé entonces a correr en ascenso a la misma velocidad a la que iba en el descenso. Me sorprendí y me regocijé en mi logro. ¡Yo era ...
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