-
Los ojos de mi vecina
Fecha: 10/07/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos
... mojado el borde la alfombra aunque el piso de la cocina parecía un pequeño chapoteadero. Ana cogió su celular e intentó marcar un número. “El plomero” musitó apenas, explicándome el motivo de su llamada. Yo asentí en silencio, dándome por fin cuenta del aspecto que tenía, solo con mi bata de baño y mis sandalias en aquella casa extraña. - No me contestan. – dijo Ana finalmente y colgó. - Si gusta le puedo ayudar a encontrar un plomero en un momento. Sólo necesito ir a vestirme y… - ¿Bueno? – Me interrumpió Ana al recibir una llamada en su celular. – Si. Yo estaba llamando hace un momento. Me urge que me vengan a arreglar una fuga en la tubería de agua… Después de un momento de silencio en que escuchaba a la voz al otro lado de la línea, contestó. - No, dos horas es mucho tiempo. Por favor, necesito que vengan lo antes posible. No puedo estar así con la cocina en esas condiciones… - ¿45 minutos? Está bien. Aquí lo espero. Le mando la dirección por mensaje. Gracias. – Terminó la llamada. - Bueno, parece que ya tiene todo resuelto… - Dije con la noción de que mi tarea ahí estaba concluida. - Muchísimas gracias, vecino. No sé qué hubiera hecho sin usted. - No hay de qué. Para eso estamos, para apoyarnos entre nosotros… Ana me interrumpió diciendo. - ¿Le podría pedir un nuevo favor, si puede hacerlo? - Me dedicó esa mirada compungida que tan buenos resultados le había dado cuando me sacó apresuradamente de mi departamento. - Dígame… - Contesté sin ...
... saber exactamente de qué se trataba todo aquello. - Es que, bueno… tuve una mala experiencia con un plomero en una ocasión y la verdad me da temor quedarme a solas con él. Sé que es absurdo y entiendo si no… - Está bien, no se preocupe, le acompañaré con gusto pero necesito ir a cambiarme primero. – Dije mostrándole mi escasa indumentaria. – Ella sonrió de nueva cuenta. - Claro, sí. No hay problema. El plomero dijo que llegaba en 45 minutos. Muchas gracias vecino. A propósito, mi nombre es Ana. - Lo sé. – Dije sonriendo. – Mi nombre es Rubén. Mucho gusto. Salí de su departamento y me dediqué a preparar mi café, preparé un par de panes tostados con mermelada y me vestí rápidamente con un pants deportivo y una camisa del mismo tipo, y unos tenis. Nada formal para aquella ocasión tan peculiar. Cuando regresé al departamento de Ana, cuarenta y cinco minutos después, el plomero aún no había llegado. No me sorprendió en absoluto pero no hice ningún comentario al respecto. Ana me ofreció un refresco y lo decliné amablemente. De pronto se formó un espeso silencio entre ambos ya que nuestro tema de conversación solo podía girar en torno al desperfecto del fregadero y así ahí me dirigí. - Tal vez sea conveniente que vea dónde está la fuga para que no le vaya a querer estafar el plomero, ¿no cree? - Si. Creo que es una buena idea. – Dijo Ana siguiéndome. Me volví a colocar debajo del fregadero, esta vez sin preocuparme de mi pudor ya que mi pants y mi camisa ...