Cuando una puerta se cierra, como llegué a ser infiel
Fecha: 11/07/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... Pato, me trajo ella, Connie, me encantan las motos.”
Yo la había visto, pero no había prestado atención. Medía casi lo mismo que yo, ahora, sin las camperas, podía ver que tenía unos pechos hermosos, redondos, firmes.
Yo: Hola, soy Carlos, vinieron bien?
Pato: si, por suerte, te dejaron venir solo?
Yo: si, mi esposa se quedó trabajando en casa por un proyecto.
Pato: que tonta
Yo: perdón?
Pato: que es una tonta, dejar salir a una juntada a un bombón como vos. A mí ni se me ocurriría
Yo: Gracias por el piropo. Y vos, no tenés nadie a quien celar?
Pato: no, solita.
No paraba de hablar, me contó que estudiaba abogacía, que tenía 21 años, que vivía con dos amigas, y no sé qué cantidad de cosas más. Terminamos de almorzar y fuimos a dar una vuelta por el pueblo en todo momento Pato estaba cerca mío y si se alejaba, me buscaba con la mirada.
Si veía que se acercaba otra chica a charlar, enseguida se ponía a mi lado. Cuando era hora de volver, se me acercó al oído y susurrando me dijo:
Pato: puedo volver con vos?
Yo: vas a dejar sola a tu amiga?
Pato: es grandecita, se sabe cuidar sola
Yo: pero no tengo casco para vos
Pato: no te preocupes, me llevo esta, y haciéndose la gata me miró y me dijo- Vamos?
Subió a la moto, me rodeo con los brazos y empezamos volver.
Faltaban unos kilómetros para llegar a la ciudad y me hace una seña que me detenga. Paré al costado, y sin sacarnos los cascos me dijo:
Pato: me dijeron que en ese ...
... hotel preparan unos desayunos barbaros, vemos si es cierto?
Era imposible no entender lo que pretendía. En un segundo pensé lo que me esperaba en casa y fuimos al hotel.
Mientras ella se duchaba le mandé un mensaje a mi esposa: “nos quedamos a dormir en el pueblito” mañana a la mañana vuelvo. Toda su respuesta fue “OK”.
Me sume a Pato en la ducha, nos fuimos enjabonando, tocando, acariciando. Casi sin secarnos fimos a la cama. Evidentemente tenía mucha experiencia.
Pato: qué lindo tamaño tiene eso que tenés ahí. Me parece que va a ir justita en un lado, el otro… Va a costar.
Dicho esto se la metió en la boca, chupaba como un hombre siempre desea que se la chupen. Mientras lo hacía me mostraba como se metía dedos en la concha. Se masturbaba con todo. Por un momento dejó de chuparme para morderme los pezones, pero pasando su mano por mi pija.
Pato: me vas a hacer mierda con eso, y justamente eso me calienta mucho más.
La puse boca arriba, levanté sus piernas, y la enterré hasta el fondo. Dio un pequeño grito y comenzó a gemir, y a hablar:
Pato: Por eso me gustan los maduros, sí que saben gozar a una mujer, cógeme bien, poneme como te guste, y cógeme bien.
Estuve un rato entrando y saliendo despacio, le apretaba los pechos, nunca paró de gemir y de hablarme.
Me puse boca arriba y la hice subir. Le di un chirlo en el culo y le dije:
Yo: Cállate, y movete, pendeja.
Pato: sí, soy una pendeja calentona, me llega hasta el estómago, que dura que la ...