1. Las Groupies


    Fecha: 12/07/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... con mi lengua las pollas de Alex y Rubén. Despues Maria se apartó, y Julio comenzó a follarme a mi. Alex y Rubén se llevaron a Maria al otro sofa y allí siguieron follando. Después Alex se vino conmigo, era el unico que no me la había metido. Se tumbó en el sofá boca arriba y yo comencé a cabalgarle, Julio acercó su enorme polla a mi cara y se la comencé a mamar, mientras tanto, Maria estaba de pie, con sus tetas y su cara apoyadas sobre una mesa y Rubén la daba por detrás. Después Julio se retiró de mi cara, yo seguía cabalgando sobre Alex, y se situó detrás de mi, me ordenó parar, me ensalibó el ojete y noté como acercaba la punta de su glande hasta el. Poco a poco fue empujando y fue enterrando su enorme rabo en el interior de mi culito, nunca lo había hecho por ahí, y a pesar de que el tamaño de esa polla era descomunal debo reconocer que no me dolió mucho. Después noté un fuerte empellón cuando me la clavó entera y comenzó a moverse primero despacio y luego un poco mas deprisa, para bombearme con fuerza, Alex y el acompasaron sus ...
    ... embestidas y yo me volví a correr por enésima vez esa noche. Después Julio nos dejó a Alex y a mi solos y se fue a follar con Rubén y con Maria, para probar también el culo de mi amiga. Después de un rato, los tres hombres nos pusieron de rodillas en el centro del camerino y ellos se situaron de pie rodeandonos, acercaron sus pollas a nuestras bocas para que se las lamieramos, las agarraron con las manos, comenzaron a moverlas, apuntaron a nuestras caras y comenzaron a correrse sobre nosotras. Sus corridas fueron a parar sobre nuestras caras, nuestro pelo, boca, mejillas, hombros, tetas y bajaron chorreando hasta nuestros vientres y muslos.
    
    Después nos duchamos, nos vestimos, nuestros idolos se despidieron de nosotras, y Julio, como le había prometido al padre de Maria, nos mandó con un coche y un chofer a nuestras casas. De camino a casa Maria y yo no hablamos una sola palabra, seguiamos en una nube, pero cuando me bajé yo en mi casa que estaba antes que la suya, nos despedimos con un fuerte abrazo y con un apasionado beso en los labios. 
«12345»