1. Karla, usada brutalmente


    Fecha: 13/07/2023, Categorías: No Consentido Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... culito de Karla, que apretaba la mandíbula soportando el dolor que le provocaba ese anal que la tomó por sorpresa.
    
    —¡mmmm! ¡Mmmm! ¡Noooommmm! ¡Yammmm! —Javier aceleraba porque estaba casi a punto de venirse pero aún tenía fetiches que cumplir con esa hermosa mujer.
    
    —Escúchame bien, vas a chuparme la verga, ¿entiendes?
    
    —¡nooo! ¡Ya déjame!
    
    —¡me la vas a chupar te digo! —Dijo apretando su garganta. Ella asintió entre gemidos de dolor. La soltó y ella sola se arrodilló, sus ojos llorosos estaban frente a la verga de Javier. Respiro un poco, el olor a su culo llenaba el pequeño cuarto.
    
    —¡Dale puta, sé que lo quieres. Chúpala!
    
    Ella tragó saliva, respiro hondo y metió hasta el fondo esa verga. Javier de la misma manera tosca le tomó la cabeza y apretó contra él, en su boca, Karla tenía su sabor mezclado con el de aquella verga. En el fondo ella llevaba días buscándolo. Vestía así para él, se maquillaba para él. Ese modo bruto y el lenguaje grosero le calentaban. Sacó un poco la verga para que respirara y volvió a jalarla.
    
    —¡haaaagggag!
    
    —¡Eso puta, eso... eso... haaa! —el semen de Javier entró a la boca de Karla. No la soltó hasta que sintió que no salía más. Ella lo retuvo en su boca, pensaba donde escupir aquello. Mientras el salía de ese cuarto. Ella se acomodó su ropa y salió con la boca llena de semen por los pasillos.
    
    —¡vaya, diez minutos para unas plumas! —Sus compañeros se acercaron para tomar cada quien una.
    
    —Ven, tenemos que acabar esto —No ...
    ... tuvo opción que sentarse al lado de su amiga, con la boca cerrada llena de semen. No podía levantarse así nomás, su única opción fue tragarlos y esperar que nadie notara el olor a semen emanando de su boca.
    
    Sentada de lado por el dolor en su culo, procuraba no abrir la boca, sabía que su aliento la delataría. Los días siguientes busco con la mirada a Javier, sin obtener respuesta. El lunes su amiga le dio la peor noticia.
    
    —¡Dicen que acosaba a la secretaria del jefe!
    
    —¿lo castigaron?
    
    —¡LO CORRIERON! —Dijo su amiga del modo más alarmista que pudo. Karla esperaba algún otro encuentro con aquel salvaje. Así que fue a diario al gimnasio esperando verlo ahí. Pero ni sus luces.
    
    Casi un mes después y con las esperanzas perdidas, Karla caminaba de su trabajo al gimnasio con sus pantalones de vestir delgados para que súcubo luciera espectacular al caminar. Una calle antes, le tomaron del brazo, apenas volteó Javier ya la cargaba en un hombro llevándola hasta esa bodega de su primer encuentro.
    
    —¡espérate no!
    
    —¡cómo no si ya me dijeron que andas preguntando por mi! —Dijo mientras entraban la sentaba sobre un bote de basura. Frente a frente y ambos con el aliento agitado se miraron aceptando el hecho de que se deseaban mutuamente.
    
    —¡estás bien bonita! —Dijo el acariciando su mejilla.
    
    —¡NO! —Dijo ella tajante.
    
    —¿No qué?
    
    —¡háblame como siempre?
    
    —¿te gusta ser mi perrita?
    
    —¡Si! —Dijo ella mirándolo fríamente.
    
    —Pues ven acá pequeña putita —la giro y con ...