La vida de Sandra (Cap. 7) - Relatos Eróticos

La vida de Sandra (Cap. 7)

De camino al reino Sandra fue aleccionando a sus nuevas súbditas, cuál sería su rutina a partir de ese día, el lugar en que tenían autorizado estar, la distancia a la que deberían caminar por detrás, como dirigirse a ella, que posición adoptar cuando sean requeridas para cualquier tarea encomendada, en pocas palabras serían transformadas en unas verdaderas perras, habiendo terminado de establecerles sus nuevas reglas y obligaciones Sandra le preguntó a su sequito de manera burlona ¿he sido más que clara perras? Las nuevas estúpidas a los pies de su antigua fuente de diversión le respondieron unísonamente si Ama.

Al llegar al reino de su Majestad Sandra ya tenía a sus dos esclavas más que educadas para servirle, dejándoles más que entendido que de no obedecer tendrían un pase gratis para una visita al hospital por fracturas. Sandra hizo sonar el timbre, chasqueo los dedos y de inmediato y de manera automática sus dos estúpidas se pusieron a cuatro patas, Sandra ingresó a la mansión y al momento detuvo a las perras dando la orden que para ingresar debían besarle los pies con todo respeto y devoción.

Después de cinco minutos de ritual adorando los pies a su nueva Dueña se les permitió el acceso pero debido a su nueva condición debían hacerlo a cuatro patas. Sandra llamó a sus compañeras que al instante se presentaron, tal parecía que Sandra al ser la esclava personal de la Dueña absoluta había adquirido cierto poder dentro del reino y ya hasta sus compañeros debían ...

... acudir de inmediato.

Al llegar una de sus compañeras le dijo llévate a este par de buenas para nada, me las desnudas y enseguida me las pones a limpiar el suelo de la mansión solo con la lengua; habiendo dejado en claro que debía hacerse su compañera se llevó a las nuevas estúpidas para que a la brevedad empezar a lamer el suelo de toda la mansión.

Mientras esas inútiles se pusieron a lamer el suelo ella se dirigió a su habitación para descansar un rato antes de comenzar su tarea escolar y al mismo tiempo esperaba a su Ama para enseñarle que apenas en su primer día de regreso a clases ya había puesto a sus pies a dos de las chicas que el semestre anterior habían estado abusando de ella forzándola tanto a servirlas como para tenerla de su bufón.

Pasaron 30 minutos cuando se escucharon los pasos firmes de su Majestad al entrar a su reino y de inmediato sus esclavos se presentaron a besarle los pies tal y como era la costumbre ya fuera al irse en la mañana como al regresar del trabajo para comer. Minutos después apareció Sandra su esclava principal y mientras ella le saludaba a su Majestad su Ama le preguntaba cómo había sido su regreso en su primer día de escuela.

En el tiempo que Sandra llevaba a los pies de su Dueña se había ganado cierto respeto por su parte de tal manera que estando a solas con su Ama no era necesario bajar la mirada al hablar con ella, sin embargo frente a los demás esclavos si se debía mostrar absoluto respeto con el fin de evitar envidias o una ...