El viejo conserje (Capítulo I)
Fecha: 15/07/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: drwite, Fuente: CuentoRelatos
... menor al amor.
-¡Lo amo! –dije con seguridad.
-No es amor –me debatió.
-Puedo demostrarle lo mucho que lo amo –me levanté, pero él me hizo una seña de que no me acercara.
-Yo sí te amo y por eso no quiero que te arrepientas de regalarme ese tesoro tan preciado… Yo… yo soy tan horrible que sé que en cuanto me veas desnudo querrás vomitar.
-Entonces déjeme verlo y si lo que vea no me gusta, le juro que jamás en la vida volveré a pedirle algo así, pero si es lo contrario, usted debe jurar que llevaremos esta entrega hasta el final.
Por un momento estuvo dudoso, pero luego asintió con la cabeza y comenzó a quitarse la ropa. Lo primero que vi fue su torso. Su piel era más clara que su cara y la flacidez de sus pechos era notoria –nada qué ver con la dureza de Erik las pocas veces que lo vi sin camisa. Su panza sobresalía y su piel se notaba áspera, pero el exceso de vello cubría gran parte de su volumen. Él me miró en busca de algún signo de asco y al no encontrarlo continuó.
Bajó sus pantalones y quedó en bóxer. Sus piernas eran más cortas que su torso y se veían regordetas. Al sacarse los calcetines noté que sus pies estaban muy descuidados y un olor algo fétido cubrió el cuarto, pero mi rostro siguió inmutable. La única prenda que le quedaba ocultaba su miembro y se demoró mucho en bajarla, pero al hacerlo abrí los ojos por la sorpresa y el miedo, y es que era un miembro increíblemente grueso. No era demasiado largo, pero creo que su tamaño era bueno, sin ...
... embargo lo que no tenía de largo, lo compensaba en grosor. Era tan gordo que dudaba que mi vagina lograra engullirlo. El prepucio era mil veces más ancho que el falo y ya se veía el líquido pre seminal. También estaba lleno de venas palpitantes y algunas verrugas dispersas completaban el cuadro. Sinceramente no era el pene más bello que hubiese pensado que sería. Incluso se veía monstruoso, pero a pesar de mi miedo, mi decisión no había cambiado.
Debí quedarme pensativa mucho tiempo porque él trato de recoger su bóxer del suelo, pero yo fui más rápida y antes de que lo tomara, me hinqué frente a sus piernas y sin detenerme a pensar en lo que estaba haciendo, sujeté su miembro en mi mano y lo metí en mi boca.
Filomeno casi gritó por la sorpresa, pero en el momento en que mi lengua acarició su pene, tuvo que agarrarse de la pared para no caerse de la impresión.
El sabor de su pene no era lo mejor. Tenía un olor a orina y parecía que no se había bañado en días, pero si no hacía esto, estaba segura de que no querría hacer el amor si notaba mi incomodidad, así que haciendo un gran esfuerzo para no mostrar mi asco, empecé a chupar su pene. Jamás había hecho esto y no sé si lo hice bien, pero por sus gemidos supongo que le gustaba. Al cabo de un rato el feo olor dejó de molestarme y me lo metí más adentro de la boca. Mis manos presionaban sus nalgas para que entrara mejor, pero lo grueso me dificultaba poder tomarlo más profundo. Mis sonidos de succión eran escandalosos y ...