Noche de amor filial
Fecha: 28/06/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos
... cadera para indicarle el ritmo al que me tenía que masturbar y luego en voz muy bajita le dije -Tócame aquí, pero despacito- indicándole el lugar donde estaba mi botoncito, deseoso de ser estimulado. Víctor lo hizo inesperadamente bien y por poco logra que me viniera. Excitadísima como estaba, se me antojó sentir la verga de mi primo y le bajé el short que se había puesto para dormir; me quedé pasmada cuando me dispuse a tocar su miembro y sentí en mi mano la verga más grande que había tocado hasta entonces, mis dedos no alcanzaban a rodear por completo el grueso tronco de esa delicia y cuando lo recorrí acariciándolo de la punta a la base, sentí que era en verdad enorme. Mi impresión pasó del pasmo al implacable deseo de complacerme con tan gigantesco ejemplar y le susurré a mi primo -¿me dejas chupártelo?- y acontinuación, él se separó un poco de mi, permitiéndome bajar hasta poner mi cara frente a su miembro. El desmesurado tamaño de su pene me excitó tanto que dejé las lamiditas para otra ocasión y me apresuré a sujetarlo por la base y a envolver el glande con mis labios para después introducirlo en mi boca rápidamente hasta que la punta del palo me llegó a la garganta y por mucho que intentaba engullirla completa , a penas conseguía comerme poco más de la mitad de esa enormidad cuando ya sentía que me ahogaba.
Seguí dándole una riquísima mamada a mi primo cuando noté que en la otra cama, mi hermano y mi tía se olvidaban por un momento de que no estaban solos en la ...
... habitación y se podía escuchar levemente el choque de las nalgas de mi tía contra la pélvis de mi hermano, mientras ella gemía bajito, pero tan rico que me dieron ganas de tener un orgasmo como el que ella seguramente estaba por alcanzar; así que me di media vuelta sobre la cama y bajé mis bragas hasta la mitad de mis piernas, y le ofrecí mis nalgas a mi primo, quedando de costado y de espaldas a él, quien inmediatamente comenzó a frotar su suculento trozo de carne contra mi culo mientras estrujaba mis tetas bajo mi camisón, poniéndome ansiosa por que me penetrara y cuando vi que él no se animaba a hacerlo, me arqueé sobre su pecho y le susurré -Ya, entra- mientras paraba el culo invitándolo a llenarme la vagina con su enorme herramienta. Mi primo obedeciendo mi petición, llenó mi entradita con su glande, que era como un arpón que coronaba su larga verga, me abrió las nalgas y muy despacio comenzó a ensartarme su fierro en la vagina, que iba abriéndose paso dolorosamente por mi canal. Cuando ya tenía adentro, yo supongo que por la mitad de esa cosa, pensé que me iba a partir en dos, ni siquiera podía brindarle los apretoncitos que tanto les gustan a mis amantes para que el pene de Víctor quedara bien estrechado por las paredes de mi vagina y mientras yo me aferraba de donde podía para mitigar el dolor y no gritar, Víctor se apiadaba de mi y me cogía despacio, sin meterme toda la longitud de su miembro. Sentirme abierta de tal modo, me puso la mar de caliente y una vez que mi ...