Una historia de sexo (III): Sexo frente a la chimenea
Fecha: 21/07/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... entrecortada.
Cuando Antonio empezó a subir, lamiendo y besando mi cuerpo yo estaba como loca por tenerlo dentro, me beso en la boca y sus labios sabían a mí, estaba tan excitada tan mojada en mi interior que su pene simplemente resbalo por mis labios entrando suavemente en mi vagina, poco a poco se metía dentro, llenando mi vagina que se expandía a su paso, nuestra carne rozaba una y otra vez, la sentía tan suave, tan grande y tan dura que me causaba gran placer, los gemidos de los dos ahora no cesaban, ya no se oían los gritos de la leña al quemarse, ahora éramos nosotros los que rompíamos el silencio.
Me giré rápido y me puse encima de él, mis rodillas en la alfombra y él entre mis piernas, mis caderas empezaron a subir y bajar, adelante y atrás, me movía de un lado a otro causándole gran placer, su pene entregado a mis deseos, entraba en mi vagina y salía empapando con mis flujos, le acariciaba el pecho una y otra vez, él había cogido mis senos, apretándolos con cuidado pero con fuerza, pasando su dedo por mis pezones y dándome pequeños pellizcos, miraba su cara y sentía como disfrutaba de mí, él me miraba y ve veía disfrutar de él, me cogió por mis caderas y empezó a moverse rápidamente y con fuerza, ahora la sentía meterse tan fuerte tan profunda, la sensación de aquellos movimientos de aquellas penetraciones hicieron que me desplomase sobre su cuerpo besándolo, el placer era tan intenso que notaba como un orgasmo me acechaba, Antonio levanto su pelvis y ...
... dejándola inmóvil muy dentro, tan dentro como le fue posible empezó a gritar de placer, su pene exploto lanzando su semen a mi interior, golpeando mis paredes, fue cuando me vino un maravilloso orgasmo, tan placentero como duradero, Antonio se empezó a mover rápidamente otra vez para darme el mayor placer posible, mis labios sobre los suyos, gritaba una y otra vez hasta que deje de temblar.
La noche no se acabó, una vez descansados me cogió en brazos y me llevo a la cama donde me volvió hacer el amor, algo muy especial nació aquella noche, aquel fin de semana fue maravilloso, por la mañana recorríamos de la mano, abrazados aquellos parajes, reíamos, comíamos y bebíamos, los dos sentíamos una gran compenetración, por la noche nos resguardábamos del frío otoñal dándonos calor bajo las sabanas disfrutando de las caricias y besos, haciendo el amor sin parar.
Pero todo lo bueno se acaba, y aquello acabo volviendo el domingo de tarde a Madrid, a la rutina, durante un fin de semana Antonio había hecho que me olvidara de Virginia, me había hecho olvidarme de todo, me había hecho feliz, nos tomamos la última cerveza al lado de mi casa cuando apareció Virginia con otro chico, parecía muy jovencito era su hermano pequeño, se sentaron con nosotros y hablamos como si nada, como si no hubiera estado desaparecida durante ese mes, Antonio al poco se disculpó y se marchó dándome un beso en la boca y diciéndome “te llamo mañana”.
Seguimos allí un buen rato, Virginia era tremendamente buena ...