Mi jefa de carrera: El culo para el final
Fecha: 25/07/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Luna_demiel, Fuente: CuentoRelatos
... mientras pasaba todo mi pene por sus tetas y la vagina de su amiga. Terminó en un gran orgasmo mientras yo tiraba a la cama a Daniela.
Ahí estábamos los tres. Tirados en la cama, agitados y sin poner movernos. Daniela se puso en mi pecho y me agradeció mientras Sofía se paraba a buscar cervezas. Yo no sabía que decir. Nunca pensé que mi jefa de carrera estaría tan loca. Era deliciosa, una diosa. Nos tomamos un par de cervezas. Eran cerca de la 1:00 cuando la amiga dice que entrará a la ducha. Con Daniela conversamos sobre lo ocurrido. Todo en ella era muy sexy: su risa, su mirada, su forma de hablar o sus gestos faciales.
Poco a poco nos fuimos calentando una vez más. Acomodé las almohadas en la cabecera para que me sirvieran de apoyo y tomé a Daniela poniéndola de espalda a mí. Se sentó sobre mí y comenzó a moverse en círculos. Lentamente, suavemente. Yo agarraba sus tetas y chupaba su cuello. Ella gemía tan rico que más loco me volvía. Comencé a tocar su clítoris entonces ella se pegó a mi cuerpo quedando semi acostada. Sofía salía de la ducha y se encontró con esa escena.
-Sofía, trae chocolate, whisky y las esposas –dije desafiante mientras apretaba a Daniela contra mi cuerpo, sin que pudiera zafarse.
Al regresar, esposó a Daniela con las manos por sobre mi cabeza. La levanté y gracias a los fluidos que corrían desde su exquisita vulva hasta su culo, la penetré de un golpe en su hermoso culo sin problemas. Daniela dio un feroz grito mientras tiraba su ...
... cabeza hacía atrás.
-Esto era para el final, ¿lo recuerdas? –Dije en su oído mientras pasada mi lengua por él.– Sofía quiero que metas chocolate en su vagina como si fuera un consolador.
Sofía, evidentemente excitada, abrió una de las barras, cortó lo necesario e introdujo el chocolate mientras yo pellizcaba los deliciosos pezones de Daniela. Ella gemía como una perra en celo. Yo no me estaba moviendo pero sentía los dedos de Sofía cuando metía trozos de chocolate en su vagina.
-Sofía, saca del último cajón, el consolador más grande que encuentres y quiero que la penetres fuerte y sin parar hasta que yo diga.
Daniela intentaba zafarse pero atrapé sus piernas con las mías. Estaba tan abierta que podría haber cumplido la promesa del fisting que me hizo la noche anterior. Estaba vuelto loco. Sentir mi pene en su culo, esperando el trozo se plástico que meterían por su vagina me hacía sentir dueño de ese cuerpo. Sofía llegó con un gran consolador. Incluso dudé si entraría en la vagina que de todos modos, se veía delicada.
-¿Puedes retirar los trozos de chocolate? Eso, ahora, penétrala justo cuando yo saque mi pene de este culito.
Y en ese momento, retire lentamente mi pene de su orificio y Sofía metió solo la punta del consolador. Daniela gemía y gemía. Así estuvimos unos minutos. Dándole de forma lenta.
-Ahora mételo con ganas. Hasta el fondo. Fuerte. –le dije mientras metía mis dedos en la boca de Daniela y ella los chupaba como si de varios penes delgados se ...