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Sexo en la madurez
Fecha: 29/07/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: picante100, Fuente: CuentoRelatos
Las cosas no son lo que parecen. Los hechos se suceden de una forma que muchas veces no podemos controlar. A Amaia y Aitor les ocurrió, pero lo que ya de por sí hubiera sido una sorpresa se convirtió en una placentera tarde de sábado y encima acabó como un cuarteto. Amaia y Aitor se conocían de vista de toda la vida desde que eran adolescentes. Con el paso de los años además coincidieron en una asociación en sus ratos libres. Ahora, en la época de Internet y las Redes Sociales Amaia pidió amistad a Aitor en una red social. Aitor se sorprendió, pero viendo la cantidad de amistades que tenía ella y que en muchos coincidían pues no le dio mayor importancia. Al de un par de días él la saludó. Luego fueron intercambiando frases o reacciones a los distintos posts que ponía cada uno hasta que un día que ella colgó una foto él la piropeó como le quedaban unos pantalones. Se le pegaban a la silueta sobre todo de medio muslo hacia abajo y se quedaba muy sexy. Aitor no lo dijo, pero se había excitado. Fue educado e hizo un piropo más suave y educado. Ella respondió y sin querer la conversación subió de tono. Ninguno de los dos tenía miedo de que el otro se escandalizara o pensara mal. Al final Amaia le tentó con verse, pero no para charlar sino para follar. Aitor aprovechó que en el sexo tenían gustos comunes y le propuso un juego. Ella con el calentón aceptó, pero luego, aunque pensó que quizás no era buena idea hacerlo así de improviso, su coño le ordenó que era una idea ...
... magnifica. Ella a las 15 del sábado debía poner la llave de la puerta debajo del felpudo. Entrar en casa y ponerse tumbada contra la mesa de la cocina comedor. Deberás ir vestida con los pantalones de la foto. Arriba una camisa que no te importe que la rompa la dijo. Y llegó el sábado. Ella estaba muy nerviosa. Comió pronto y luego una hora antes de la hora convenida se duchó y depiló la zona púbica salvo un pequeño mechón de vello en la zona púbica como le gustaba a él. Llegó la hora convenida y salió a dejar la llave bajo el felpudo. Aitor estaba escondido viendo la escena. La dio un par de minutos tras ella cerrar la puerta. Él, sigilosamente entró. Caminó con cuidado hacia la zona donde estaba la cocina comedora, pero al pasar al lado del baño que estaba muy cerca entró a orinar. Hizo ruido a propósito. Ella oyó como orinaba y eso la excitó más. Luego Él llegó a la puerta de la cocina comedor y la vio inclinada, con el torso contra la mesa y con los ojos tapados. Con las manos ella se sujetaba en la parte delantera de la mesa. Él no dijo nada. Se recreó en desnudarse. Primero los zapatos y calcetines. Luego los pantalones. La camisa y luego el bóxer. Ahora estaba completamente desnudo. La escena le excitaba y ya tenía la polla muy dura. No era muy larga pero sí algo gruesa. Aitor se aproximó a ella y se inclinó sobre la mujer. Los dos en la cuarentena, pero se comportaban como adolescentes. Abrió la camisa de golpe y rompió el botón del pantalón y lo bajó justo hasta ...