Adelaida y Helena dos primas inseparables - Relatos Eróticos

Adelaida y Helena dos primas inseparables

... junto a su prima …Adelaida sirvió dos copas de vino frío y espumoso …las copas chocaron en el aire y un brindis por el nuevo encuentro emocionó a esas dos mujeres…las copas se desocuparon por la sed y el calor que había en esa pequeña sala…empezaron a hablar de cosas intrascendentes…de los amigos, de la familia, del trabajo…en fin todas esas conversaciones de relleno que sirven de preámbulo para el plato fuerte…dos copas más deliciosamente degustadas les dieron a las primas una pausa para iniciar el anhelado encuentro…les gustaba contemplarse en silencio…sin decir nada se tomaban de la mano y empezaban a apretárselas…las separaban de vez en cuando y con el pulgar se hacían cosquillas en la palma de la mano…era una contraseña para expresar con ese gesto que se estaban deseando…después venía el beso de bienvenida…era un beso largo, interminable, donde las lenguas penetraban, salían , se encontraban dentro de las boca mientras las manos buscaban apresuradamente sus tetas para acariciarlas …sus bocas besaban los cuellos y se deslizaban buscando sus tetas para llenarla de caricias…sus pezones con esas caricias preliminares ya estaban parados y ellas se divertían pellizcando suavemente esos pitones de toro de lidia, de vez en cuando los chupaban para sentir corrientazos que bajaban directo a sus vaginas…acá en este momento ya la ropa incomodaba y sin palabras cada una de ellas dejaba a un lado sus escasas prendas para ofrecerse desnudas a los juegos del amor…con luz o sin luz ya ...

... se conocían de memoria sus cuerpos…bastaba un gesto o un ademán para saber que quería la una de la otra…otro copa de vino espumoso y frío sirvió como un catalizador o potenciador sexual… las bocas apenas degustaron el delicioso vino buscaron sus sexos…se acomodaron en un 69 y empezaron a chupar sus húmedas vaginas con una delicia increíble…sus lenguas empezaron a degustar esas paredes vaginales y lamer esos clítoris que parecían pequeños penes de los eréctiles y duros…poco a poco las mujeres fueron escalando esa cima que las llevaría al éxtasis supremo… las primas empezaron a revolcarse en el sofá buscando la pose óptima para sacar el máximo provecho de esa relación… en uno de esos giros la boca de Adelaida quedo enfrente del culito cerrado de Helena…ella siempre había querido disfrutar el sexo anal pero a última hora se había arrepentido…esta vez la suave embriaguez le dio fuerzas para acercar su legua a la diminuta puerta trasera…empezó a lamer y lamer el apretado arito…Helena expandía y comprimía el lujurioso ojete como una invitación tácita a penetrar el rosado orificio…Adelaida metió la punta de su dedo índice y Helena corcoveó como una potra , el movimiento hizo que el dedo se metiera más y Helena estalló en gritos …Adelaida vio como su prima se contorsionaba del placer y hundió el dedo por esa gruta estrecha…Helena gritaba como poseída…Adelaida sintió como su prima empezaba también a buscar ese huequito para devolverle la caricia, su prima lo encontró rápido y empezó a ...