1. Paja materna


    Fecha: 01/08/2023, Categorías: Incesto Autor: Zona Morbosa, Fuente: CuentoRelatos

    No sé cómo fue que terminé en esa situación con mi madre, pero a pesar de la incomodidad inicial, terminé cediendo al placer, y aunque ella hace como si no hubiera pasado nada, seguramente también disfrutó.
    
    Pero empecemos por el principio. Mi nombre es Manuel. Tengo 19 años. Me mantengo en forma, sin estar muy musculoso. Mido 1,93 de estatura. Soy de piel pálida. Y tengo un pene de 11 cm que en erección alcanza 20 cm. Esto es importante porque mi amigo es el protagonista de esta historia.
    
    Soy hijo único. Mi padre, Julián, tiene 56 años y es un tipo también alto y más macizo, aunque no vale detallarlo ya que él no tiene nada que ver en todo esto, y me siento muy mal.
    
    Por otra parte, mi madre Alicia, es una mujer más bajita, 1,60 cm. Tiene 47 años. También tiene la piel bastante pálida. Ojos verdes. Cabello negro. Sus tetas son grandes, sin llegar a lo exagerado. Su culo es pequeño, aunque bien redondito. En general es bastante guapa para su edad. Aunque nunca la vi como objeto de deseo, no hasta después de lo que pasó, ya que siempre he tenido novias que están bastante buenas, no la he visto desnuda y tampoco es que me vayan las milfs.
    
    Todo empezó un sábado. Me fui temprano a jugar básquet con unos amigos, como hacíamos casi todos los fines de semana. La mañana pasó con total normalidad y llegó el mediodía, quedé con un par para ir a casa de uno de ellos y jugar algún videojuego después del almuerzo.
    
    Al llegar a mi casa tenía mucha sed, así que fui directamente ...
    ... a la cocina por un vaso de agua. La cocina de mi casa es bastante pequeña, por lo que dos personas allí ya son multitud. Mi madre estaba preparando el almuerzo, tenía la estufa encendida, por lo que me dijo que tuviera cuidado cuando entré a la cocina. Hice caso y cuando iba a irme con mi agua, ella intentó cambiar de puesto la olla en donde estaba cocinando el espagueti, con tan mala suerte que se le rompe una de las asas, dejando caer toda el agua hirviendo con espaguetis sobre mi cadera y muslo derecho, y en parte sobre mi pene, como tenía una pantaloneta con tela delgada, el agua penetró más rápido hasta mi piel.
    
    Yo más asustado que nada, grité. Mi madre también se puso muy nerviosa, la pobre tampoco sabía qué hacer. Inmediatamente salí corriendo para el baño, sentía que quemaba, aunque también estaba exagerando un poco por el propio susto, aun así dolía. Abrí la llave de la ducha, me bajé la pantaloneta y el bóxer, dejando que el agua fría calme un poco el dolor. Tenía bastante rojo en la zona donde me había caído el agua.
    
    Unos instantes después, mi madre entra al baño, preguntándome si estaba bien. Había olvidado cerrar la puerta, por lo que ella entró como una bala. Para que no me viera la verga, como pude me tapé.
    
    —¡Mamá! ¿¡Qué haces!? —Le pregunté, mientras cubría mis genitales con las manos.
    
    —Pues viendo cómo estabas, cariño, perdóname —Me respondió, mientras estaba notablemente preocupada por mi situación y bajando su mirada dándose cuenta de que estaba ...
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