El regalo
Fecha: 02/08/2023,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sabía nada, si lo supiese me habría lanzado su pícara mirada que yo conocía tan bien.
Llegamos a casa casi a media noche tan cansadas que yo ni siquiera me duche. Dejamos nuestras compras sobre la mesa del salón y nos fuimos a la cama. Yo me dormí pensando en aquel probador y en que había besado a mi diosa. No me masturbe, empezaba a echar de menos el roce con otra piel, tocándome lo había pasado muy bien en tantas ocasiones, pero desde el primer día de vacaciones con Leo en la ducha, todo mi sexo había sido solitario. Varias noches estuve a punto de sucumbir a la tentación y asaltar la cama de Leo, pero no me atrevía, su madre dormía a apenas unos metros de nuestras habitaciones. Ya de madrugada fui al baño de la habitación de Lara como solíamos hacer por las noches, ella dormía, estuve observándola un momento. Me apetecía tanto meterme en su cama.
A la mañana siguiente nos levantamos bastante tarde. De nuevo hacia un día radiante. Yo bajé antes que Leonor y me encontré a Lara en la cocina. Me acerqué a ella, todas las mañanas nos abrazábamos y besábamos en la mejilla pero ese día me besó en los labios, fueron un par de segundos. Yo sentí un cosquilleo en el estómago y le di un abrazo enorme, no sabía lo que ese beso significaba pero mi abrazo era de agradecimiento, ella me hacía sentirme muy bien, FELIZ. Era la primera vez que sentía algo así por una mujer.
Me pasé un buen rato pensando si aquel beso era maternal, de amiga o de amante o si simplemente Lara ...
... se había dado cuenta de mi mal rato el día anterior y quería darle normalidad a lo que era un simple beso.
Esperamos a Leo y cuando bajó les entregue sus regalos. Lara estaba encantada con su pañuelo, llevaba uno de sus mini camisones y se lo probó por encima. Leo también se mostró muy agradecida por sus pendientes pero en cinco segundos ya había puesto sus ojos en la cámara digital.
-Leo. Guau, una cámara digital.
-Lara. Y que tiene de particular?
-Ana. Pues que no tiene carrete, las fotos se pueden ver en un ordenador o en la tele.
En menos de cinco minutos, sin desayunar ni nada, tenía a Leo delante de mí posando con sus melones al aire de la mañana. Le hice unas diez u once fotos y las descargamos en mi portátil mientras desayunábamos. Lara se lamentó sonriente.
-Lara. Pero hija de donde te viene ese gusto por el exhibicionismo?
Leo echó un vistazo de arriba a abajo a su madre con su camisoncito, súper escotado que apenas conseguía contener sus enormes tetones, uno casi estaba completamente fuera y le soltó un: y tú me lo preguntas?
Las tres soltamos una carcajada al unísono y Lara me hizo prometer que yo me ocuparía de tener las fotos a buen recaudo. Las fotos habían quedado muy bien y Leo quería seguir jugando con ella pero al terminar el desayuno Lara nos dijo que tocaba limpieza así que nos dedicamos a las tareas de la casa durante el resto de la mañana y dejamos la sesión de fotos para la tarde. Lara se cambió y apareció con unos vaqueros ...