1. Una pareja y una chica sola


    Fecha: 03/08/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Empieza la noche tranquila y caluRosalinda, en la terraza de un bar saboreo un café largo con mucho hielo.
    
    En la mesa contigua hay una pareja muy acaramelada, que aprovechan sorbo y sorbo de cubata para darse besos de forma efusiva. Les acompaña otra chica que luce unos "morros impresionantes". No cabe duda que algo no está saliendo a su agrado o que le han dado plantón.
    
    De vez en cuando se queja a la pareja que le acompaña, ellos interrumpen su acaramelada relación para tratar de contentarla, en cuanto se tranquiliza un poco, vuelven a sus besos que me resultan un tanto empalagosas.
    
    No puedo evitar ver como la chica le pone la mano sobre el pantalón y él, enardecido se lanza a darle besos. De nuevo la chica sin pareja les interrumpe. Pienso que debe ser muy molesta esta interrupción casi continua, y eso se traduce en una pequeña discusión entre los tres. El chico se levanta enfadado y se va al lavabo. Le sigo, creo que puedo ayudarle y ayudarme. Seguro que sabrá apreciar mi ayuda.
    
    Mientras meamos le hago un comentario sobre lo guapas que son sus amigas. A pesar de lo embarazoso de nuestra postura, enseguida responde a la invitación y me cuenta su problema. Un amigo suyo le ha plantado y le ha dejado tirado con las dos chicas de afuera. Una está loquita por sus huesos y la otra está resentida por el desplante recibido y tiene intención de por fastidiar la noche por haberse quedado sola.
    
    Le propongo que me presente como amigo suyo y así poder sustituir al ...
    ... ausente. Duda un instante, pero al imaginar puede quitarse de encima la pesadilla de su amiga, le ayuda a decidirse afirmativamente.
    
    El chaval se llama Sebas, su pareja Rosalindalinda y la chica con cara de pocos amigos: Carol.
    
    Dadas las circunstancias tengo una entrada triunfal, en unos minutos ya he logrado que se ría a carcajadas con mis ocurrencias y parece que la noche se va enderezando. La pareja puede, por fin, dedicarse a sus cosas, y la amiga (Carol) empieza a olvidar su enfado.
    
    Pasada media hora, la pareja de enfrente ya está a punto de derretirse ante tanta calentura, y desean cambiar de aires. Les propongo que vengan a mi apartamento. Los tres se sorprenden de mi disponibilidad, pero les pica la curiosidad y aceptan.
    
    Al llegar nos tomamos otra copa y el chico me pide que le deje utilizar una habitación. En el rincón, su pareja me mira con ojos suplicantes para que acepte y puedan echar un buen polvo. Una oportunidad así no se les presenta cada día y no voy a ser yo quien la estropee.
    
    Un par de minutos después de cerrar la puerta tras de sí, empiezan a oírse los ruidos propios de un polvo apresurado de quien ha sucumbido a la calentura acumulada, mientras la chica gime de una forma exagerada.
    
    Mientras, Carol y yo, nos vamos calentando lentamente. Empezamos por contarnos confidencias más o menos picantes y luego alguna fantasía morbosa. Nos besamos y nos dedicamos tiernas caricias. Poco a poco nos vamos desnudando y voy descubriendo sus puntos más ...
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