1. La videollamada


    Fecha: 05/08/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Aria09, Fuente: CuentoRelatos

    ... tenía por delante y comencé a jugar con él, subiéndolo, bajándolo. Finalmente bajé el cierre por completo, dejando ver un pequeño moño que decoraba la tanga, me volteé, dándole la espalda a la cámara y terminé de bajar el short. Mi culo redondo quedó a sus ojos, enfundado en esa pequeña tanga morada. Muy apetecible a su vista.
    
    Estaba segurísima que con esto había conseguido lo que buscaba. Saludando a la cámara le dije a mi Amo, “Si querés ver que hay debajo de estas prendas, te espero calentita en la cama, y tu llamado, Amo”.
    
    Corté el video. Lo volví a ver, había quedado perfecto, seguramente esto había sido suficiente provocación. Por si acaso, decidí hacerle unas fotos para complementar, en sus poses preferidas (“atención”, “de rodillas”, “lista para servir” (mi favorita, también) y por último “humillación”).
    
    Entre a nuestro chat y se lo mandé, además agregue las fotos en ropa interior. Me sentía realmente segura, muy sexy, lista para él. Lista para ser suya.
    
    Tengo que admitir que después de enviarlo, mis nervios se pusieron de punta, muy segura podía estar, pero ¿y si no respondía? o ¿llegaba a verlo tarde, cuando ya no pudiera jugar? Muchas preguntas resonaban en mi mente, realmente sin sentido alguno, porque a los minutos, él pedía por mí. Me ordenó que me preparase que me iba a llamar, pero le dije que tenía una mejor idea, y le pedí que por favor conectara la cámara.
    
    Fui a preparar mi computadora, la puse encima de mi cama y además agarre el cargador, ...
    ... por si acaso. Me subí a la cama, con una pose bien sexy, abrí la App y le dije que estaba lista y si esta vez podíamos hacer video-llamada, que estaba segura que iba a disfrutar mucho de lo que iba a ver. Me lo permitió. Dos segundos después aparecía mi Amo en mi pantalla, se lo veía tan bien. Su pelo que tanto me gusta y esa barba que me vuelve loca, vestía simplemente un bóxer negro que poco dejaba a la imaginación. “Mmm, Amo ¿qué tal las vistas? A mí me encanta lo que veo”, se quedó callado, mirándome atento.
    
    “Preciosa, pequeña, como siempre. Quiero verte de espaldas, date la vuelta”, gateé por la cama, hasta quedar de espaldas. Tenía una gran vista de mi culo, que en esa posición y con esa tanga parecía un corazón. Para darle una vista distinta, adelante mis manos, agaché mi cabeza y quebré mi espalda, quedando en cuatro. “Quiero darte una nalgada, una en cada nalga”, cumpliendo con su orden mi mano derecha fue directo a mi nalga derecha, dando un fuerte azote, así hice lo mismo con mi nalga izquierda.
    
    “Muy bien, pequeña, pero fuiste muy una nena mala provocándome, te mereces más. Date hasta que te lo diga, quiero que agradezcas cada una de ellas”.
    
    “Sí, Amo”. Comencé a azotarme alternadamente, “Muchas gracias, Amo”, y otra más “Muchas gracias, Amo” y más “Muchas gracias, Amo”. Esto lo repetí 20 veces, mi culo había dejado ese color blanquecino de mi piel, para volverse un rojo zafiro.
    
    “Ya está bien, pequeña, basta. Date la vuelta, déjame ver tus ojitos”. Como ...