Noche con suerte
Fecha: 06/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... le escribí:
Te espero en 15 minutos en mi coche, invéntate lo que quieras pero ven, no te arrepentirás.
Me respondió con un simple ok.
Dicho y hecho, llegue a mi vehículo y le mande mi ubicación, en menos de 10 min estaba allí. Fue subirse al coche y empezar a besarnos a un ritmo increíble.
Ella: Raulito no tenemos mucho tiempo, no quiero que mi marido se moleste.
Pasamos al asiento de atrás, nos quitamos la ropa mutuamente y se quedo sorprendida por el nivel de erección que llevaba.
Empecé a lamerla entera, mientras gemía de gusto, le como las tetas y pasé mi lengua por cada cm de su piel, me detuve en su ombliguito mientras me empujaba con fuerza hacia su precioso y depilado coño.
Yo: Ummm sí que estas húmeda
Ella: Me encantas
Empecé a lamer aquello de una forma que al juzgar por sus gritos debía ser increíble, al cabo de unos minutos grito que se corría llenando mi boca de un delicioso e increíble flujo vaginal.
Estaba a 100, necesitaba follarmela, justo en ese momento noto como vibraba el móvil en su bolso, era su marido.
Ella: Si cariño ya voy, he salido a tomar el aire, estaba algo mareado.
Fue colgar y meterse mi miembro en su boca, quería que me corriera pero necesitaba meterla ...
... dentro de ella.
Ella: córrete, me tengo que ir.
Yo: déjame que te la meta.
Y así fue, se puso encima mío y empezó a cabalgar como una loca gritando todo tipo de improperios por su boca, al cabo del rato volvió a correrse y fue en ese instante donde me pidió que me corriera en su boca.
Dicho y hecho, se agacho entre el asiento de delante y los de detrás y empezó a comerme la polla con gran delicadeza y una técnica depurada haciendo que me corriera llenándole la boca de leche, le pedí que se lo tragara y besara a su marido en cuanto lo viera.
Ella: Ha sido increíble, volveremos a vernos, seguro, y tendremos más tiempo y espacio
Yo: Ojalá sea cierto lo que dices.
Se vistió y marcho con cierta prisa, me vestí y me fume un cigarro antes de volver a la discoteca, una vez allí me rencontré con mis amigos y la observe como disfrutaba en su reservado, entonces fui yo quien le guiñe un ojo sabiendo que esa noche se iría a casa bien servida habiendo probado un buen rabo jovencito.
A la mañana siguiente, y recién levantada me envió una fotografía tumbada en su cama con el marido al lado aun durmiendo, en cuanto me levanté se la correspondí con una mía absolutamente desnudo y con mi tradicional erección matutina.