La pareja les, la madre y la ramera (Cap. 2) - Relatos Eróticos

La pareja les, la madre y la ramera (Cap. 2)

La nueva clienta y madre de la ramera futura esclava se retiró del recinto sumiso llevando unas cuantas perras, mismas que al llegar no tenía en mente rentar pero que su Majestad hábilmente supo crearle la necesidad de llevarse unas cuantas y así estarle cobrando un dinero mes a mes, cuando la idea original solo era entrenar a su hija como esclava; sin embargo terminó además haciendo lo que su Majestad le dijo sin haberse percatado y hasta contenta con sus nuevas perras se fue.

Ya que la entrega de la ramera fue por la noche la madre se fue de prisa para evitar algún susto en la noche, apenas se fue a la ramera se le enjauló evitando así que deseara escapar. Al día siguiente la ramera exigía su libertad y que quería ver a su madre, a lo que se le dijo que su madre saliendo del hospital había sido abordada y que si no hubiera sido por algunos policías ni siquiera hubiera ella podido escapar. La ramera no creía que su madre hubiera sido raptada pero al tener todavía los residuos de los medicamentos que le habían aplicado en el hospital sufría de una confusión y no tenía aun claro que había sucedido.

El adiestramiento para comenzar su nuevo estilo de vida comenzó sin demora, sin embargo la ramera se resistía en su nueva educación; pero como había sido un caso especial se le aplicó un tratamiento distinto a los habituales ya que esta ramera nunca había sido sumisa y su fuerza de voluntad tenía que ser doblegada y lograr que aceptara su nueva forma de vida. Se le tuvo que ...

... aplicar algún correctivo mientras iba perdiendo poco a poco su deseo de resistirse a lo que se le imponía.

Al darse cuenta que por más que tratara su escape era inútil no le quedó más remedio que aceptar su nuevo estilo de vida y entregarse por completo cumpliendo todas y cada una de las ordenes que iba recibiendo. Pronto su rebeldía fue abatida por completo.

La ramera empezaba a morir y nacía una nueva esclava, poco a poco fue aprendiendo su nuevo estilo de vida como teniendo que vivir a cuatro patas, echarse a los pies de la persona que terminaría siendo su dueño o Dueña, besárselos sin poner objeción alguna. Aprendió a que el aseo ahora tendría que realizarlo a cuatro patas y en silencio, comer comida canina, así como hablar solo bajo permiso y servir con calidad total como lo hace una verdadera perra.

Día con día su vida cambiaba poco a poco, empezó a olvidar la que fue su vida anterior de ramera y estar solo exhibiéndose solo de fiesta en fiesta y acostándose con cuanta persona fuera del sexo contrario, motivo por el cual después de que en una fiesta al salir de la cual se le había negado el permiso, es que terminó hospitalizada después de ser violada y por ende su madre deseaba hacerla obediente y recatada sin importar lo que tuviera que hacérsele o que método emplear.

Ya estando harta la madre (cliente) de la actitud de su hija ramera tomó la decisión de ofrecerla a una pareja lesbiana que precisamente andaban buscando servicio doméstico, motivo por el cual ...