La pareja les, la madre y la ramera (Cap. 2) - Relatos Eróticos

La pareja les, la madre y la ramera (Cap. 2)

... se presentó ante su Majestad para enterarla que ya no sería necesario le regresara a su hija, ya que había conocido a una pareja lesbiana que andaban buscando una perra que estuviera a sus pies y les sirviera en todo de ser posible las 24 horas del día de ser necesario.

Su Majestad no tuvo problema alguno en entregársela a la madre o a la pareja lésbica siempre y cuando a ella le cubrieran todos los gastos que la educación fuera generando ya fuera de médicos o de alimentación.

La recién casada pareja lésbica se presentó ante su Majestad, le expusieron sus deseos y necesidades; su Majestad les escucho y les dijo que no sería ningún problema adecuar a la perra para sus necesidades, ya solo era cuestión de acordar el costo que tendrían que pagar las lesbianas.

La pareja escucharon atentamente todos y cada uno de los términos y condiciones que implicaría la educación y entrega de la perra solicitada, las dos chicas estuvieron de acuerdo en cada una de las condiciones a cumplir como lo era pagar mes a mes dentro de los primeros cinco días de cada mes o de lo contrario les sería recogida la perra y se ofertaría a otra persona que la requiriera.

El par de mujeres no tuvieron objeción alguna, una vez de acuerdo en cómo era el servicio y que requerían su Majestad les avisó que el primer mes se pagaba doble, ya que se debía cubrir el primer mes más un deposito como ...

... seguro de protección no reembolsable por si acaso las clientes se arrepintieran de su adquisición y la regresaran; su Majestad quedaba cubierta mientras se ofertaba otra vez.

Su Majestad les dijo que se las tendría ya amansada, entrenada y lista no solo para cubrir sus necesidades domésticas, sino que además como un plus para que ellas quedaran contentas y no se arrepintieran del contrato le entrenarían para besar los pies, ser su juguete sexual para cuando ellas dispusieran o simplemente le llamaran para que les chupara el agujero mientras ellas se dedicaban a relajarse mientras que su perra les daba placer.

A la pareja recién casada les agrado mucho esa idea y agradecieron la buena voluntad por dar un buen servicio por parte de su Majestad, ella solo dijo que su lema era “LO PRIMERO ES EL CLIENTE”, las chicas se retiraron complacidas y añorando transcurriera ya el tiempo de adiestramiento para ya disfrutar del uso de su futura perra. Apenas se retiraron las mujeres, su Majestad ordenó a su perra entrenadora se hiciera cargo de hacer las adecuaciones extra que deseaba tener la pareja lesbiana. La perra entrenadora asintió y se encargó al instante de entrenar a la esclava para acostumbrar a atender también sexualmente a sus nuevas amas en el ámbito lésbico. Pocos días tardaron en acostumbrarlas, ya que domésticamente ya sabían que hacer y la manera de realizarlo.