1. Andrea y amigas


    Fecha: 29/06/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... los fines de semana para ser una buena Sumisa. A todo esto Andrea estaba en el comedor de pie viendo y escuchando todo se alegro al ver a Pilar, pero como mujer no se alegro al ver a Milagros la hermana de Pilar, pero claro esta si su Amo había dicho de estar con ella los fines de semana ella como buena Sumisa devia acertarlo. Luego de tres semanas Milagros se había acostumbrado a ser castigada, y cogida por sus tres agujeros. Justamente preparándola para un fin de semana, colge de las muñecas a Milagros el viernes por la noche. De esa manera estaba lista para recibir el castigo. Sus piernas estaban todo lo separadas que sus articulaciones lo permitían. Sendas cuerdas arrolladas a sus tobillos y fijas al suelo así lo imponían. Andrea y Pilar fueron de compras y llegaron con un nuevo instrumento para martirizar a Milagros. Se trataba de dos maderas que podían ajustarse con unos tornillos. Hasta allí no difería mucho de otros que ya tenía yo, y que ya habían comprimido los senos de Andrea y Pilar. La diferencia estaba en que estas maderas tenían gran cantidad de pequeños ahujeros que se clavarían en la piel a medida que eran ajustadas. Andrea y Pilar al ver a Milagros colgada y con las piernas separadas no pudieron mas que dejar las maderas en el mueble y irse a su habitación y desnudarse y luego Pilar fue al cuarto de baño y Andrea a la cocina a hacer sus tareas de casa. Fui hacia el mueble cogi las maderas y primero le vende los ojos para que no pudiese ver el aparato que ...
    ... ajustaría sus tetas. Luego ubique el instrumento y apenas lo ajustó. Todavía Milagros no sentía los pequeños ahujeros apretando en sus tetas. Cogi una fusta y descarge un fuerte azote, de abajo para arriba, en el clitoris de la esclava. Un fuerte grito llenó el recinto y Andrea y Pilar vinieron corriendo yo al verlas allí les dije se arrodillaran y lo vieran. A continuación di unas vueltas a los tornillos comenzando a comprimirle las tetas para que los ahujeros cogieran la piel. Otro azote en el clítoris y otra vuelta de tornillo. De esta manera iba aumentando el castigo en el clitoris y las tetas paulatinamente. Ahora los gemidos de Milagros eran constantes y pedía desesperadamente que detuviera semejante tortura. Finalice de azotarle el clitoris cuando ya presentaba un intenso color rojo morado y las tetas se habían aplastado lo suficiente como para que todas los pequeños ahujeros se hubieran clavado totalmente. La deje descansar y mande se acercara Andrea ya que llevaba tres días sin probar nada. Era el momento de comenzar a darle unos azotes puse voca arriba a Andrea y fui azotándola en el vientre, la espalda y el culo. que muy poco después presentaba más de veinte rayas, producto de otros tantos azotes. El procedimiento se repitió en el culo y la espalda. Termina esta faena, me había calentado nuevamente, por lo que decidi cogerla. Apenas acerque el pene a la vulva, otro grito de dolor colmó el espacio. El clitoris de Andrea estaba muy dolorida por los azotes que acababa de ...