Andrea y amigas - Relatos Eróticos

Andrea y amigas

... Milagros, mi hermana que el otro dia entro en el cuarto baño cuando me aseaba y vio mi culo con moratones, entonces le explique el porque y quiso venir a conocerte ella tiene treinta años, y no se si está muy convencida de tomar el curso de entrenamiento, pero por las dudas yo la he traido para que vea y ella decidirá. -Entonces yo dirigiéndome a Milagros le dije, tú eres la hermanita de Pilar. Será un gusto entrenarte, especialmente porque te veo muy tímida. ¿Tienes vergüenza?- -Sí señor Juan. Estar delante de un desconocido y de mi hermana hablando de esto. Me da mucha vergüenza. No estoy segura de querer este entrenamiento a pesar que mi hermana me insiste en que me va a hacer bien conocer los secretos que Ud. me va a revelar. -Me fui hacia la habitación y cogi un latigo y volvi al comedor. Este látigo comenzará a sacarte la vergüenza con unos buenos azotes en las tetas. -Venia vestida con zapatillas deportivas, falda vaquera corta y una blusa de flores la lleve hacia el centro del comedor y entonces alce la mano. -¡Nooo!. ¡No me azote con el látigo!. ¡Nooo! ¡En las tetas nooo!. ! - No pudo terminar. Ya el primer azote impactó justo sobre los pezones, arrancándole un grito de terror, mientras Pilar dijo: -Más fuerte Amo. Quiero que grite de dolor antes de violarla. Ahora en el vientre y luego que separe las piernas para atacarla en su clítoris. Milagros estaba desconcertada. Primero que no imaginaba ser tratada así y segundo que su hermana hablándome asi. Estaba con estos ...

... pensamientos cuando un azote dio de lleno en su clítoris ( recordamos que todo esto Milagros seguía vestida a un. -Y hablando yo dije Milagros, de ahora en adelante serás castigada, violada y torturada a mi gusto y cuando yo lo decida. Tu hermana Pilar se ha comportado muy bien y espero que tú no seas menos que ella. Te cogeré todos los días pero para que tengas ese beneficio deberás sufrir todas las penitencias que te imponga. -Milagros, contra su propia voluntad, se oyó a sí misma decir: -Lo que Ud. ordene señor. Mi cuerpo estará a su disposición. Será un placer darle satisfacción aunque resulte algo doloroso para mí. Comenzaba así el largo camino de Milagros en los misterios de la sumisión y la esclavitud. A diferencia de lo ocurrido con su hermana. -Ya puedes esperar que yo te martirice con las distintas ocurrencias que tengo preparadas para ti. Ya me he cogido reiteradamente a tu hermana Pilar y no me privaré de probar los agujeros tuyos. Dentro de un rato te la meteré por el culo. Milagros, aun sin poder moverse del centro del comedor, comprendió que los días venideros allí no serían fáciles Se estremeció pero no se animó a quejarse. Los castigos podían ser peores. Sólo le quedaba aguardar lo que su amo decidiera. Luego tranquilamente se pusieron hablar Pilar y Milagros conmigo y acordamos entre los tres que Pilar se quedaría en casa por que asi lo pidió ella al entrar, y Milagros vendria los viernes por la noche y regresaría a su casa los lunes por la mañana. Tendría ...