Andrea y amigas - Relatos Eróticos

Andrea y amigas

... habitación y rodearle los tobillos con varias vueltas de cuerda para fijar cada tobillo a sendas cadenas que pendía del techo. Accionaron los motores y finalmente Pilar quedó con su cabeza a centímetros del suelo mientras aliviaba el peso de su cuerpo apoyando las manos en el piso. Sin embargo ambos brazos fueron luego amarrados a su espalda impidiendo cualquier movimiento. Sus piernas estaban bien separadas por lo cual el acceso a su parte más íntima estaba asegurado. Comence castigando a Andrea por su entrepierna con unos libros que golpeaba sin cesar mientras el color rojo intenso viraba al morado en toda la zona. Apenas gemía mientras gruesas lágrimas caían al piso formando un pequeño charco. Cuando considere que era suficiente ese castigo (la concha estaba muy hinchada y la entrada a la vagina parcialmente cerrada). Ahora Pilar no podía contener los gemidos y su cuerpo se balanceaba con desesperación en un inútil esfuerzo de liberarse de semejante castigo. Le introduje un vibrador que puse a funcionar. La angustia de Pilar era terrible. Con la vagina así irritada, el movimiento del vibrador era insoportable Dejandolas a las dos con la postura que estaban me retire a la cocina a coger una cerveza y después me fui al comedor y encendi la televisión mientras las dos quedaron en la habitación en la postura que las deje. Finalmente a Pilar le retire el vibrador y permiti que se diera una ducha con abundante agua para calmar la picazón que sentía en toda su vulva. Terminada la ...

... ducha puse a Pilar en un sillón con las piernas levantadas para observar el estado final de la parte castigada. Luego me dirigi a Andrea y desatándole de su cadena la mande a la ducha y llendo yo me desnude delante de ella y levantándole la cara mee sobre ella y después le mande me duchara y ala salida le dije se pusiera sus zapatos rojos y el vestido que le compre rojo abierto por la pierna y llendo donde estaba Pilar le lleve un pantalón corto vaquero muy corto sin bolsillos atrás viéndose sus nalgas y por delante en vez de correa llevaba un candado puesto, dencima llevaba una blusa blanca escotada salimos a la calle y nos dirigimos a un restaurante los tres. Vino el camarero pedimos y nos pusimos a comer, el murmullo llegaba hasta nuestra mesa los hombres estaban que no podían más y las mujeres trataban de guarras,zorras y putas a Andrea y Pilar pero ninguna o ninguno se atrevia a venir a la mesa a decir nada. Salimos del restaurante y mirando a Andrea le dije aquí concluyo tu entrenamiento para comenzar de lleno tu vida como esclava sumisa como se había hablado unos meses atrás. Y a ti Pilar te queda algo por aprender, y tanto Andrea como Pilar estaban satisfechas de los resultados. Andrea ya era sumisa y Pilar le quedaba por aprender. Pasaron los días y Andrea y yo seguíamos en lo mismo y Pilar venia y se iva ya que asi fue el trato con ella, hasta que un dia vino a casa y traía una maleta y acompañada de una hermosa chica. -Amo me dijo vengo para quedarme y te traigo a ...