Mi amigo de 22 años me coge en la calle
Fecha: 11/08/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
Tuve un buen amigo que su nombre es Osvaldo.
Nuestra relación de amistad fue un poco extraña, él me trataba como su amiga, pero eran notorias las ganas que me tenía, yo en ese entonces tenía 34 y el 23, soy 11 años mayor y era mi fiel escudero.
Pasó de declararme su amor a cada vez que tenía oportunidad manosearme, yo no le decía nada, ya que no me desagradaba tanto, además siempre pensé que los amigos se pueden tocar, total, no pasaba de eso.
Poco a poco se fue desenvolviendo más, pasó de ser un tipo raro a llamar la atención, sé que él empezó a tomar y bailar por mí, hasta su forma de vestir cambió.
Una noche fuimos a tomar y charlar, la verdad el ambiente era muy bueno, bailábamos y todo era alegría.
La verdad el alcohol, ya me había dominado, Osvaldo ya estaba de chicle como acostumbraba, podía sentir su pene erecto, me acariciaba las nalgas y me besaba el cuello, la espalda y los hombros, no sé porque, pero eso más que molestarme comenzó a excitarme.
C: ¡Ya cabrón! ¡Deja de manosearme!
O: Perdón, pero no lo puedo evitar, me pones a mil.
C: ¡Ya, somos amigos ok!
O: Lo sé, pero una cosa es eso y otra cosa es el deseo que te tengo.
La verdad me halagaba eso, continuamos bailando y tomando como hasta las 3 de la mañana, ya ebrios nos fuimos caminando a mi casa ya que era la que nos quedaba ms cerca.
O: ¡Pinche Cindy!
C: ¿Qué onda?
O: ¡Te deseo un chingo, dame un chance!
C: ¡Ya cabrón, además eres un peque!
O: Jajá y eso que, la ...
... edad solo es un número.
Estaba a punto de mandarlo al carajo cuando se me ocurrió calentarlo un poco, me acerque a él y le permití abrazarme por atrás, sentí su erección a tope, el pobre ya no aguantaba, moví un poco mis caderas lo cual él respondió con un beso en mi oreja, tomé su mano y la llevé a mi teta, eso lo hizo ponerse más duro.
O: ¡Dios, que rica!
C: Jajá, nunca tocaras otra así.
Una vez dicho eso, lo aventé y con una sonrisa me distancia caminando enfrente, justo cuando pasábamos por el camellón de un parque, él me tomó con fuerza y me jaló hacia el camellón, ahí me besó, yo forcejeé un poco con él, pero él estaba muy caliente.
C: ¡Espérate!!
O: Déjame hacerte mía.
C: ¡Basta!!
O: ¡Estas buenísima!
Me arrinconó en una barda y me besó a fuerza, sus manos apretaban mis nalgas y mis piernas, sentía como su pene duro estaba por estallar, no sabía porque era tan fuerte, solo sabía que estaba a punto de violarme.
Me besaba el cuello, yo ya no sabía qué hacer, me quitó la sudadera que me cubría y bajó a mi escote, yo cerraba mis ojos, prácticamente permití que me hiciera suya…
O: Cindy estas buenísima, ¡que ricas tetas!
C: ¡Ah, Osvaldo!!
O: ¡No sabes cuantas ganas te tengo!
Me levantó la blusa y sacó mis tetas de mi brasear, las lamia como desesperado, yo gemía, él era bueno con su lengua, yo volteaba a todos lados, aunque era de madrugada me daba pendiente que nos descubrirán.
Él se daba gusto lamiendo mis tetas y sobando mi ...