1. Masocas locas, etc.


    Fecha: 13/08/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mantengo una conversación en un chat de internet con una niña de 18 años.
    
    -Encantado, Fedra.
    
    -Gracias, señor. Cuénteme un poco de usted.
    
    -Soy buena gente, simpático. ¿No te importa que te triplique la edad?
    
    -No, señor. Me gusta que usted sea mayor. Me siento mejor así.
    
    -A mí me encanta que seas tan joven, mi niña. Así me siento más fuerte, más poderoso.
    
    -Genial, señor. Yo necesito algo como eso. No valgo mucho, y si puedo servir para que usted se sienta bien, me siento recompensada. Pídame lo que quiera, y si está en mi mano, intentaré complacerle.
    
    -Muy bien. Tus palabras me excitan bastante. ¿Te molesta?
    
    -No, señor, está bien. Me halaga que me diga esas cosas. No me gusta mi cuerpo, con estos pechos tan grandes. Creo que destacan demasiado para mi edad. A veces me veo desnuda ante el espejo y me los golpeo con rabia.
    
    -Vaya, eso que cuentas me excita más todavía. A mí sí me gusta tu aspecto, aunque no se distingue bien en las fotos porque vas vestida.
    
    -Lo siento, señor, ya sabe que en esta página no se pueden poner fotos de desnudos.
    
    -Eso lo vamos a arreglar. Desnúdate, hazte unas cuantas fotos y me las envías por privado.
    
    -Ahora mismo, señor. Pero le pido que no las divulgue. Serán sólo para usted, ¿de acuerdo?
    
    -No te preocupes, nadie más las verá.
    
    En pocos minutos tengo una buena colección de fotos de Fedra. Las ha tomado al espejo de una habitación que se supone la suya, todavía decorada con detalles infantiles. El cuerpo de esa ...
    ... niña preciosa es sencillamente perfecto, adornado con dos tetazas inmensas.
    
    -¿Está bien así, señor? Nunca me había hecho fotos desnuda y no sé si son como usted quería.
    
    -Son maravillosas. Me gusta mucho que tengas las tetas tan grandes. Y la mejor foto es la que te has hecho arrodillada en el suelo.
    
    -He pensado en eso que me ha dicho de sentirse poderoso. Así, viéndome de rodillas, quizás lo sienta usted más aún. De hecho, sigo en esa posición mientras le escribo, por si eso le complace.
    
    -Me complace mucho. ¿Te duelen las piernas?
    
    -Un poco, pero tengo que confesarle que me gusta, espero que no le moleste.
    
    -No me molesta en absoluto, ¿pero qué es exactamente lo que te gusta?
    
    -Creo que necesito sentir eso, me hace estar viva.
    
    -¿Quieres que te ayude con esas cosas?
    
    -No merezco que me ayude, pero si es lo que usted quiere...
    
    -Permanece desnuda de rodillas para mí y azótate las tetas, tienes mi permiso.
    
    -Gracias, señor. Lo estoy haciendo. Soy una niña tonta y sucia, merezco estos golpes.
    
    -Eso te excita, los dos lo sabemos ya.
    
    -Es verdad, y le ruego que me perdone. Si lo desea, dejo de golpearlas.
    
    -No, está bien, sigue. Me gusta que seas obediente. Separa los muslos.
    
    -Sí, señor.
    
    -Golpea también entre tus piernas.
    
    -Oh, señor, esto no lo había hecho nunca, me duele mucho.
    
    -¿Qué sientes?
    
    -Me encanta, me siento más asquerosa, estoy chapoteando, soy lo peor, perdone, por favor.
    
    -Ahora imagina que estoy contigo y te arreo unos ...
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