1. La revancha (05): Marcadas a fuego


    Fecha: 13/08/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: kimbocat, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus pezones. Sin dejar de mirarla, y acariciándole las nalgas, va contando que esta gallega, ha pensado y diseñado buena parte del decorado de esta fiesta. Magreando sus nalgas, dice que la inspiración le llegaba tras cada golpe, cada azote, tras cada verga moviéndose en sus agujeros calientes y húmedos, mientras colgaba desnuda y sumisa de sus argollas.
    
    Lidia (sexta) traga saliva, es su turno, Eva le arranca las campanillas lentamente, dejando que sus pezones se tensen al límite, ella muerde su bozal, mientras su dueña va retorciendo sus pechos hasta hacerla chillar. Agarra con fuerza sus labios vaginales y la levanta en vilo, ella se aferra a su ama, gruñe, gime, mientras su dueña explica que hasta hace poco era una de las actrices BDSM más cotizadas, ahora solo es su esclava, su amante y también su mejor colaboradora. Con un beso largo en su boca la suelta, ella respira hondo y vuelve a erguirse, a mostrar orgullosa su cuerpo de hembra madura y hermosa. La quinta es alguien distinto, sus rasgos andrógenos, no dejan claro si es macho o hembra, solo sus patas abiertas y la ausencia de verga colgando la definen como yegua. Rapada al cero, llena de tatuajes y pircings, Astrid (quinta) la vikinga del grupo, era una de las favoritas. Corpulenta, fuerte y salvaje, pero al final no pudo ni tan siquiera acercarse a las vencedoras. Sin un solo gemido resiste el dolor de sus pinzas arrancadas de cuajo. Eva muestra su coño perforado, dos aros en sus labios vaginales, entre los ...
    ... cuales cuelga una candado de considerable tamaño, De uno de los aros que le atraviesan los pezones, cuelga la llave para poderla usar. Se acerca el final, Eva acaricia las mejillas de Shanga, la senegalesa, ella era la gran favorita, sus patas curtidas en mil carreras, su resistencia increíble, lo tenía todo a favor, pero una caída apenas salir, hizo que tuviese que salir el veterinario a curarla, al final un poco recuperada, lejos de todas, con una pata renqueando, fue capaz de ir remontando hasta el cuarto lugar en que quedo. Ella orgullosa, deja que Eva le arranque sus campanillas sin una mueca de dolor, con su piel marcada por el látigo, sigue siendo esclava de un dueño muy exigente, además de ser directora médica de un pequeño hospital que una ONG tiene en una región inhóspita de su país. Y finalmente la argentina Vane (tercera), desde la mesa con una copa en la mano, la miro, sigue seductora, hermosa, el tiempo se ha portado bien con ella, Eva le arranca las pinzas, ella gruñe, escupe palabras ininteligible en su boca abierta y amordazada, nunca ha sabido estar callada. Un par de bofetadas la hacen callar. Pelirroja, pecosa, de intensos ojos azules, Eva retuerce sus pechos, mientras cuenta que ahora es alcaldesa de una pequeña ciudad de la pampa. Vane se retuerce un poco, la mano de Eva ahora está restregándose en su entrepierna, la esclava nota sus dedos en su vulva, en su clítoris, jugando con su deseo, sigue contorneándose, no puede evitar excitarse mientras Eva la ...
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