1. La revancha (05): Marcadas a fuego


    Fecha: 13/08/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: kimbocat, Fuente: CuentoRelatos

    ... con sus pechos, le muestra orgullosa las marcas que el látigo ha dibujado en su piel, las marcas que hoy he puesto en ella, mientras me excitabais con los hierros quemando vuestra piel.
    
    Llegan Nuria y Yoha, os desatan, os ayudamos a levantaros, te fallan las piernas, agarrada a mi poco a poco vas recuperando la fuerza, me gusta sentir tus pechos pegados a mí, besar tus labios, mirar estos ojos cansados y a la vez orgullosos y satisfechos. Antonio nos ha dicho que os vayamos poniendo algo de desinfectante cada pocas horas, con el spray mojo tu herida, chillas, te retuerces de dolor. Yoha moja la marca de su madre, también ella grita y aprieta sus puños. Algo más recuperadas, os llevamos hasta el establo, por hoy ya habéis terminado, ahora a dormir y a descansar que mañana os esperan nuevas pruebas con las que excitarnos. Por el camino oímos gritos, los golpes secos de los látigos, pequeños grupos disfrutando de las perritas. Pasamos cerca de María Guadalupe, abierta de piernas, con un par de consoladores inmensos saliendo de su coño y de su culo, su cara sucia, buscando alguna de las vergas que la rodean, nos mira y sonríe con sus labios empapados en semen, al momento alguien tira de sus cabellos, otra verga espera turno para vaciarse en ella. En otro rincón 4 amas azotan de forma acompasada a Shanga, que atada y abierta de patas llora ...
    ... mientras se muerde los labios para no gritar.
    
    En el establo te dejas caer sobre un viejo camastro, estás agotada, exhausta, dolorida, te doy un beso y te dejo dormir. Cuando voy a salir, Zuleia coge mi mano, sonríe, no puede tumbarse en la cama y abrirse de piernas, le duele demasiado la Y de su dueña, me acerco a ella, acaricio sus pechos, beso sus labios. La llevo a su camastro, me tumbo en él, no lo duda y se pone sobre mí, me abraza, me besa, mientras con la mano dirige mi verga a su coño, está tan caliente, que con solo penetrarla ya noto como mi miembro se desliza empapado de su deseo, pegada a mí, no deja de besarme, de buscar mi boca, mi lengua, mientras se mueve al compás de mis movimientos, mis manos recorren su espalda, llegan a su nalga, da un pequeño grito cuando toco su herida, su marca, al momento busco otros rincones de su piel. Tú en tu camastro te giras, medio dormida sonríes, contenta y satisfecha de que también cuide de tu amiga.
    
    Tras correrse, queda agotada sobre mi cuerpo, siento su respiración junto a mi boca, el palpitar de su corazón junto a mi pecho, el sudor de su piel. Con cuidado me levanto, y relajada y satisfecha se duerme, el día acaba y no tardará en amanecer, en empezar un nuevo día, nuevas pruebas, nuevos castigos y placeres para las dos “mamas” más sensuales y calientes que jamás he conocido.
    
    (Continuara) 
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