1. Todas las vergas duras solo para mi


    Fecha: 15/08/2023, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me costó trabajo perder, pero lo logré: ya bebidos y fumados, los amigos habían estado insistiendo en que el juego de la botella, que el juego del beso, que les enseñáramos las chichis, hasta que Karla dijo: 😵
    
    – Yo diría que sí, pero no quiero perder hoy, con ninguno de ustedes, ¿qué me lo garantizaría? -Lo juraríamos, dijo uno de los chicos. -No te creo, contestó ella-. Me han dicho que la verga parada no entiende razones. -¿Y si los amarramos? sugerí yo, atendiendo una vieja fantasía. – Cámara, dijo Luisa.
    
    Jimena, la cuarta chica, quiso protestar, pero fue rápidamente silenciada. Los chicos discutieron un poco, pero al final quedaron los cinco bien amarrados a sendas sillas, cuando les juramos que la perdedora los masturbaría a todos. 🥰
    
    Una vez amarrados, nosotras nos sentamos en la mesa y acordamos el juego (un dominó, beis-ball de cuatro, lo que significa que, cada entrada, una de las cuatro descansaría, es decir, que se jugarían 12 entradas en total), y lo que las perdedoras de cada mano debían hacer.
    
    1ª mano perdida: quedarse solo con la blusa y el pantalón.
    
    2ª, fuera blusa.
    
    3ª, fuera pantalón.
    
    4ª, fuera brasier.
    
    5ª, contoneo frente a ellos.
    
    6ª, beso a los cinco.
    
    7ª, fuera panty.
    
    8ª, mostrarnos ante ellos en la posición que cada uno pida.
    
    9ª, si alguien perdía TODAS las entradas, chuparles las vergas en lugar de masturbarlos.
    
    Y todo, en total silencio, salvo el buen rock del estéreo.
    
    Una última condición, pedida por Jimena, ...
    ... fue que las no masturbadoras tuvieran que salir de la habitación, para que la perdedora lo hiciera en privado. La idea me gustó y me prometí perder de hecho, empezó a hacérseme agua la boca del sexo. 😛
    
    En verdad, ni Luisa, ni Karla, ni yo éramos vírgenes, pero no tenía por qué enterarse todo mundo, y menos nuestros calenturientos amigos, los cinco babosos ahí atados a nuestra disposición, con sus vergas firmemente enhiestas desde antes de que nosotras empezáramos el juego.
    
    De Jimena no sé nada, porque no era nuestra amiga o, al menos, no como lo éramos las otras tres, inseparables y casi hermanas. Ella estaba ahí casi por accidente y a juzgar por su juego, no estaba muy de acuerdo.
    
    (Juro que me entretendré muy poco en el juego en sí).
    
    Luisa, Karla y yo sabíamos que jugaríamos a perder. Somos muy buenas para el dominó, así que estaría duro. En la primera mano descansó Karla y la ganó Luisa, de modo que Jimena y yo quedamos listas para empezar en serio. La segunda mano, en que descansó Luisa, ganó Jimena, así que me saqué la blusa mientras Karla se quitaba los zapatos. La tercera entrada, en que descansó Jimena, la ganó Karla, y me quedé sin pantalones. La mirada mostrando sus rosados y bien formados pechos y, una por una, probé las cinco bocas de los chicos. 🤩
    
    Los besé con cuidado, sin tocar ninguna otra parte de su cuerpo con el mío. Lamí sus labios, succioné sus lenguas, pasé lamía por su cavidad entera, poniéndoles sus vergas más duras, si es posible, de lo ...
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