Luisa la esposa de Carlos: Sexo anal en el carro
Fecha: 16/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
Después de aquella aventura debajo de la escalera y que descubrimos los dos que nos atraíamos, le llamé un lunes después de ese viernes que nos reunimos los amigos.
Le comenté si podía salir a tomar un café y platicar, ella contesto que sí, que nos viéramos en un centro comercial, que está un poco solitario por las mañanas y en donde podíamos estar tranquilos.
Nos quedamos de ver a las 10:00 de la mañana en un lugar donde se podía sentar a tomar un café tranquilamente, ya que estaba acondicionado para que no se viera desde el exterior.
Yo estaba nervioso y un poco desesperado, ella llegó puntual y estaba vestida divina, traía una faldita corta a medio muslo con zapatillas y blusa holgada, debajo se apreciaba el sostén de licra y tenía el pelo recogido, estaba bellísima.
Yo me levanté y la saludé con un abrazo, sintiendo sus pechos voluminosos y su aroma dulce y agradable, nos dimos un beso entre la mejilla y los labios, volví a saborear esos labios tiernos y no me contuve, la tomé de la cintura y la besé, ella me tomó del cuello y nos fundimos en un beso apasionado y tierno, nos separamos y ella como si nada se sentó y comenzamos a platicar de lo que había sucedido.
Me comentó que varias veces me había cachado viéndole las piernas y sus senos, que cada vez que nos saludábamos de beso sentía el roce de mis labios con los suyos, yo apenado le dije que era verdad que con el tiempo me había atraído mucho y que más de alguna vez, logré verle sus piernas y sus ...
... pantis.
Ella se sonrojó y me dijo que estábamos a mano, ya que varias veces me veía mi verga por encima del pantalón y que algunas veces logró ver como se me marcaba en algunos tipos de pantalones, que una vez que fuimos a jugar fútbol con su marido, logró ver mi verga al estar sentado.
Así se nos pasó el tiempo, entre la plática y el café, contándonos nuestras anécdotas íntimas, que por cierto supe que su marido, mi amigo Carlos, le gustaba cogérsela por el culo, y que a ella le gustaba mamar la verga, que al principio no le gustaba, pero con el tiempo fue acoplándose y le comenzó a gustar.
Que una vez se la chupó en un cine viendo la película de La Bella y la Bestia. Pude conocer su lado íntimo.
En eso estábamos cuando nos percatamos que ya era tarde, que tenía que pasar por sus hijos a la escuela y tendría que regresar a hacer la comida, nos dirigimos al estacionamiento que está en el sótano del centro comercial, y estaba casi vacío, solo había como unos diez coches, ella lo había dejado detrás de unos pilares y la acompañé hasta su coche, ella lo abrió y nos abrazamos y nos besamos, la empecé a acariciar la espalda y ella me respondió, le besé su cuello, sus orejas y le comencé a acariciar su cuerpo.
En eso sentí como ella también me acarició mi verga encima del pantalón, y yo le agarré las tetas que tenían el pezón hinchado y parado.
Le levanté la faldita y le acaricié las nalgas, supe que traía una tanga, le amasé las nalgas y no pude más, me saqué la verga ...